Dos niñas mueren asfixiadas durante un incendio en Móstoles

Elisabeth Mongo Sango, de tres años, y su hermana Beatriz, de ocho meses, fallecieron sobre las 12.30 horas de ayer en su domicilio, situado en el cuarto piso del número 6 de la calle de Mariblanca, en Móstoles, a consecuencia de un incendio. Según el informe de la policía, las niñas murieron por asfixia, debido a la inhalación de humos tóxicos, y apenas sufrieron quemaduras. De hecho, la niña más pequeña tenía el pijama intacto, según fuentes de los bomberos de la localidad.En el momento del siniestro, las niñas se encontraban solas en la casa, ya que su padre, Pablo Mongo Mongo, había salido...

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Elisabeth Mongo Sango, de tres años, y su hermana Beatriz, de ocho meses, fallecieron sobre las 12.30 horas de ayer en su domicilio, situado en el cuarto piso del número 6 de la calle de Mariblanca, en Móstoles, a consecuencia de un incendio. Según el informe de la policía, las niñas murieron por asfixia, debido a la inhalación de humos tóxicos, y apenas sufrieron quemaduras. De hecho, la niña más pequeña tenía el pijama intacto, según fuentes de los bomberos de la localidad.En el momento del siniestro, las niñas se encontraban solas en la casa, ya que su padre, Pablo Mongo Mongo, había salido a comprar el pan. En este intervalo de tiempo, según los bomberos, las niñas manipularon una caja de cerillas, una de las cuales prendió la ropa de cama de la habitación de las fallecidas, lo que provocó un pequeño incendio y abundante humo.

Ambas fueron trasladadas urgentemente al Hospital General de Móstoles, donde llegaron sin vida.

La familia de las víctimas, de origen guineano, residía en Móstoles desde hace aproximadamente un año y casi no se relacionaba con sus vecinos. "únicamente teníamos con ellos la relación normal con alguien a quien te encuentras en la escalera de vez en cuando", afirmó una vecina.

Otra vecina de las víctimas se enteró de lo sucedido cuando oyó a una persona lamentándose en la escalera. Cuando salió a ver lo que sucedía, encontró a una de las niñas tendida en el suelo y al padre llorando junto a ella. Según esta vecina, las niñas nunca se quedaban solas en casa. Igualmente añadió que únicamente trabajaba la madre, aunque desconocían en que lugar. Al parecer, y según el uniforme que solía utilizar la mujer, ésta trabajaba en una cafetería.

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