El Valladolid sorprendió a la Real Sociedad

, José Moré defendió la camiseta del Valladolid durante 11 temporadas. Era un centrocampista poco virtuoso con el balón. Destacaba por su lucha, por su entrega a lo largo de los 90 minutos. Y ésas han sido las cualidades que ha inculcado a sus jugadores. Unas características que ayer permitieron a su equipo obtener un importante punto positivo en Atocha.

El Valladolid gozó de una clarísima ocasión nada más comenzar el encuentro. Tras un fallo defensivo de Lumbreras, Peña se encontró con un balón de oro. Sin embargo, González, cuando parecía que iba a introducirse en su portería, logró d...

, José Moré defendió la camiseta del Valladolid durante 11 temporadas. Era un centrocampista poco virtuoso con el balón. Destacaba por su lucha, por su entrega a lo largo de los 90 minutos. Y ésas han sido las cualidades que ha inculcado a sus jugadores. Unas características que ayer permitieron a su equipo obtener un importante punto positivo en Atocha.

El Valladolid gozó de una clarísima ocasión nada más comenzar el encuentro. Tras un fallo defensivo de Lumbreras, Peña se encontró con un balón de oro. Sin embargo, González, cuando parecía que iba a introducirse en su portería, logró despejarlo con los pies.

Del posible 0-1 se pasó al 1-0. Unos instantes después de que se cumpliera el minuto 15, Moreno, que trataba de despejar un cabezazo de Igoa, introdujo el esférico en su portería. A partir de ese instante, la Real trató de aumentar su cuenta goleadora, pero sus jugadores fueron incapaces de perforar la meta de Ravnic.

Ante la adversidad, Moré se vio en la obligación de realizar un cambio en la alineación en los inicios de la segunda parte. Moreno dejó su puesto al guipuzcoano Hidalgo. Y el técnico catalán acertó en su decisión. Sus chicos comenzaron a avanzar metros, a acercarse con más peligro al área local. Tras un magnífico centro de Moya, Hidalgo batió de un perfecto disparo a González.

Aunque quedaban 25 minutos para el final del partido, ninguno de los dos equipos fue capaz de lograr un segundo gol. El empate a uno era un justo premio a los méritos que habían contraído ambos.