Todo seguirá igual en el tercio norte

Las perspectivas para el tercio norte peninsular no son muy buenas. Los próximos días tendremos un anticiclón muy cercano a nuestras costas occidentales, que según avancen los días se irá desplazando hacia el centro del continente. Por tanto, hasta que esto no cambie las precipitaciones serán muy escasas en el tercio norte, y especialmente en el Cantábrico oriental. El único fenómeno que será abundante y frecuente es el de las nieblas. No parece que este nuevo año quiera hacernos olvidar rápidamente las irregularidades meteorológicas de 1989.El año 1989 podría ser definido como el año de los c...

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Las perspectivas para el tercio norte peninsular no son muy buenas. Los próximos días tendremos un anticiclón muy cercano a nuestras costas occidentales, que según avancen los días se irá desplazando hacia el centro del continente. Por tanto, hasta que esto no cambie las precipitaciones serán muy escasas en el tercio norte, y especialmente en el Cantábrico oriental. El único fenómeno que será abundante y frecuente es el de las nieblas. No parece que este nuevo año quiera hacernos olvidar rápidamente las irregularidades meteorológicas de 1989.El año 1989 podría ser definido como el año de los contrastes desde el punto de vista meteorológico. Gran escasez de lluvias en los primeros meses y lluvias abundantes en los últimos meses del año en numerosas comarcas. Zonas de España tradicionalmente húmedas, por el contrario, no han visto llover, ni siquiera en valores algo aproximados a la media normal del año. La zona del Cantábrico oriental es una de las que más ha sufrido esta falta pertinaz de lluvia. La explicación a este fenómeno, y sin entrar en las grandes teorías del cambio climático, habría que buscarla en la presencia continua de las altas presiones sobre el centro de Europa y la de una borrasca en el suroeste de nuestra Península.

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Si unimos ambas situaciones comprenderemos las temperaturas altas que han tenido en esa zona, muy superiores a lo normal, y la ausencia de las precipitaciones.

El anticiclón europeo hace función de bloqueo a las borrascas atlánticas, y, por otra parte, la borrasca del Suroeste favorece la circulación de aire cálido del Sur. Si a esto unimos la barrera natural que representa la cordillera Cantábrica a las nubes de procedencia sur, encontramos una explicación lógica a esa falta de lluvia. La cordillera Cantábrica hace el efecto inverso que los montes de Málaga a los vientos procedentes del Sur. En el primer caso dificulta el paso de las nubes, y con ello la escasez de precipitaciones, y en el segundo hace de barrera y favorece la abundante precipitación.

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