El PCE considera inevitable la existencia de "tensiones" con Izquierda Unida

La comisión política del Partido Comunista de España (PCE) admite la inevitable existencia de tensiones entre Izquierda Unida y el propio partido, según el documento que ha entregado al comité central para debatirlo en las reuniones que este organismo celebrará hoy y mañana. El análisis del documento aborda, a los tres años del lanzamiento de IU, las complejas relaciones entre esta formación y el partido que la impulsa, el PCE.

El comité central analizará asimismo la situación española tras la investidura del Presidente del Gobierno, y especialmente el nuevo panorama europeo a la vista ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La comisión política del Partido Comunista de España (PCE) admite la inevitable existencia de tensiones entre Izquierda Unida y el propio partido, según el documento que ha entregado al comité central para debatirlo en las reuniones que este organismo celebrará hoy y mañana. El análisis del documento aborda, a los tres años del lanzamiento de IU, las complejas relaciones entre esta formación y el partido que la impulsa, el PCE.

El comité central analizará asimismo la situación española tras la investidura del Presidente del Gobierno, y especialmente el nuevo panorama europeo a la vista de los movimientos en los países socialistas. El documento de la comisión política dice que "el traspaso de soberanía del PCE a Izquierda Unida no es un gesto gratuito del partido, sino una necesidad política concreta que da al César lo que es del César, que refuerza a Izquierda Unida como la opción política y electoral unitaria de la izquierda, que apoya e impulsa el PCE". A renglón seguido admite que habrá tensiones entre el partido e Izquierda Unida, "pues no siempre será fácil, incluso por la propia dinámica, adecuar el protagonismo del partido a una situación más compleja y al tiempo más positiva".Esta reflexión de la comisión política del PCE se produce cuando Izquierda Unida trata de avanzar en su autonomía con la puesta en marcha de tres comisiones de trabajo -de análisis del papel de la izquierda en España, de criterios organizativos, de relaciones entre los cargos públicos y el movimiento Izquierda Unida- a las que hay que añadir el grupo que prepara la Asamblea Federal de primavera, que pretende ofrecer un "salto cualitativo" en la consolidación de este movimiento.

El difícil punto de las relaciones entre el PCE e Izquierda Unida lo plantea la comisión política del partido en estos términos: "Es obvio que los órganos de dirección del PCE deben reforzarse, y también la capacidad de debate teórico y político de éstos sobre cualquier cuestión de la vida social, pero en los órganos de dirección del PCE no se concreta en programa o propuesta alternativa una decisión política, sino que, a través de la elaboración de las áreas del comité central, se vehicula a Izquierda Unida, a sus órganos de dirección y a sus áreas de elaboración".

El documento propone como fórmula más precisa de funcionamiento para el futuro que "las únicas áreas del comité central que no deben solaparse con las de Izquierda Unida son las de partido, la de política sindical y, parcialmente, la de política exterior". Respecto a las demás áreas -planificación económica, Estado, movimientos sociales, cultura y mujer- apunta: "Debemos buscar las formas más adecuadas para no doblar marcos de debate".

Esta distribución de áreas entre Izquierda Unida y el PCE, según establece la comisión política del partido, "no sólo no debe debilitar el funcionamiento de los núcleos estables de cada área del comité central y de sus comisiones, sino que las debe reforzar, pues se trata de organizar y aglutinar a todas las personas dispuestas a trabajar en las áreas, sin doblar innecesariamente los esfuerzos".

Vanguardia

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Francisco Frutos, secretario de organización del PCE, contempla las relaciones entre partido e Izquierda Unida de este modo: "Ningún partido, incluido el PCE, renuncia a que sus ideas, tengan una influencia, y eso no significa creerse la vanguardia política en sentido ortodoxo, por designio divino, pues las cosas no deben funcionar así, y los países del Este lo demuestran". "El reforzamiento del partido", añade Frutos, "no contradice el fortálecimiento de Izquierda Unida, que tiene que desplegarse para contar con capacidad de incorporar a la gente".Cree Frutos que "el PCE no debe dictar a Izquierda Unida, sino que este movimiento sociopolítico debe elaborar sus propias bases programáticas y contar con autonomía", y "no descarto que el PCE, como tal organización, se disuelva si Izquierda Unida puede asumir en varios años lo que ha sido el PCE".

Archivado En