Crítica:CINE EN TELEVISIÓN

'Furia en el valle'

22.35, TVE-2 (85 minutos).George Marshall nunca tendrá el honor de entrar en comparaciones con nombres del calibre de Hawks, Ford, Walsh o Mann, pero como cineasta de oficio, como artesano todo terreno, pertenece a la estirpe de los que han consolidado la industria del cine norteamericano como motor imparable y febril de contar historias.

Y el western, concretamente, está hecho tanto de nombres ilustres como de ilustres artesanos que, como el propio Marshall -o como Spencer G. Bennet, Joseph Kane o Stuart Heisler- lo han formado y han formado su mitología. Así, su ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

22.35, TVE-2 (85 minutos).George Marshall nunca tendrá el honor de entrar en comparaciones con nombres del calibre de Hawks, Ford, Walsh o Mann, pero como cineasta de oficio, como artesano todo terreno, pertenece a la estirpe de los que han consolidado la industria del cine norteamericano como motor imparable y febril de contar historias.

Y el western, concretamente, está hecho tanto de nombres ilustres como de ilustres artesanos que, como el propio Marshall -o como Spencer G. Bennet, Joseph Kane o Stuart Heisler- lo han formado y han formado su mitología. Así, su Furia en el valle tiene el buen sabor de lo corriente, de lo bien hecho, fácilmente comunicativo y digestivo.

[Se trata de un western ganadero sobre el conflicto que causa un hombre que llega a unos valles comunales que llevan muchos años siendo asentamiento de ganado vacuno. James dulce se asienta en un terreno donde existen fértiles tierras y decide permanecer allí con sus ovejas. El enfrentamiento con el ovejero no se hace esperar.]

No pasa a la historia, pero él y otros cientos hacen la historia. Un westerner inmejorable, Glenn Ford, encabeza su reparto, cuyo eslabón femenino es una insólita jovencita -había debutado tan sólo tres años antes- Shirley MacLaine.

Archivado En