TENIS

La jugosa dotación de la Copa Gran Slam amenaza la rebelión de los tenistas

A falta de dos meses para que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ponga en marcha el nuevo circuito teóricamente gestionado por los propios jugadores, la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha conseguido poner una bomba de relojería a la puerta de la llamada revolución de los tenistas. La creación por parte de la ITF de la Copa Gran Slam, competición que repartirá seis millones de dólares (unos 720 millones de pesetas) entre apenas ocho tenistas, puede ser el detonante final del enfrentamiento que mantienen ambas entidades por el control del tenis masculino.

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A falta de dos meses para que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ponga en marcha el nuevo circuito teóricamente gestionado por los propios jugadores, la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha conseguido poner una bomba de relojería a la puerta de la llamada revolución de los tenistas. La creación por parte de la ITF de la Copa Gran Slam, competición que repartirá seis millones de dólares (unos 720 millones de pesetas) entre apenas ocho tenistas, puede ser el detonante final del enfrentamiento que mantienen ambas entidades por el control del tenis masculino.

Por el momento, y pese a entrar en clara competencia con los planes de la ATP, Ivan Lendl, John McEnroe y Miroslav Mecir se mostraron muy interesados en la proposición de la ITF. Otros jugadores como Stefan Edberg, Brad Gilbert, Alberto Mancini, Martin Jaite y Henri Leconte han considerado inconveniente la creación de este nuevo torneo y todos han coincidido en que sería mejor que se dotara más cada torneo del Gran Slam y no aumentar tanto uno solo. Entre otras cosas porque no llegarían más que unos pocos al reparto.La Copa Gran Slam estará basada en los resultados conseguidos por los jugadores en los torneos que organiza la ITF. Los tenistas podrán sumar puntos en los cuatro torneos de Gran Slam, (Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open de Estados Unidos), así como en la Copa Davis. La competición acogerá a los ocho tenistas con mayor puntuación y se disputará a mediados de diciembre de 1990 en Munich, justo en el período vacacional que los tenistas exigieron a la ATP hace un año para el nuevo circuito. El campeón recibirá dos millones de dólares por su victoria, unos 240 millones de pesetas, cifra récord en el tenis mundial, y que duplica a la que actualmente pudiera conseguir un jugador que consiguiera la victoria de los cuatro grandes.

"La ATP siempre habló de la importancia de crear puestos de trabajo y oportunidades de ganar dinero para los jugadores como uno de sus grandes objetivos. Pienso que este torneo es una excelente oferta de trabajo, y no encuentro motivos para despreciarla", dijo Ivan Lendl tras derrotar al soviético Andrei Chesnokov por 7-5, 0-6 y 6-2 en los octavos de final del torneo de la CE.

Lendl pese a cubrirse las espaldas como en él es habitual diciendo que: "No daré un comunicado oficial hasta tener todos los datos respecto a esta competición en mis manos", no se recató en lanzar una seria advertencia a los dirigentes de la ATP. "Yo he firmado mi compromiso con la ATP por el plazo de un año, pero con una serie de cláusulas todavía por solucionar".

Prostituidos

John McEnroe, que ayer necesitó 2 horas y 21 minutos para superar por 6-1, 3-6 y 8-6 al francés Henri Leconte en su camino hacia una victoria que le supondría conseguir en propiedad la requeta de seis kilos de oro y 1.617 diamantes que simboliza el torneo belga, dijo: "Es una increíble oferta económica y como los tenistas estamos prostituidos en este aspecto, va a ser difícil darle la espalda. Pero mejor sería dar un 30%. para obras sociales".En otros partidos de ayer, Miroslav Mecir (Checoslovaquia), que jugará ahora con McEnroe, ganó a Aaron Krickstein (EE UU), por 5-7, 7-6 y 60, y Michael Chang (EE UU) a Andrés Gómez (Ecuador), por 6-1 y 6-3.

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