Crítica:

Bond añejo, el mejor Bond

El éxito insospechado de 007 contra el doctor No impulsó a sus productores, Broccoli y Saltzman, a continuar con la gallina de los huevos de oro de lan Fleming. La operación implicaba la rápida definición del personaje, su bullicioso contexto y algunas pequeñas y pinturescas siluetas -M, Moneypenny y Q- que en su propia fidelidad hallarían el aplauso continuado.Sean Connery, huelga decirlo, se convertiría en un monstruo de la pantalla en su encarnación del agente James Bond. Y las películas, por lo menos las más viejas, las más añejas, permanecen en algún rincón privilegiado de l...

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El éxito insospechado de 007 contra el doctor No impulsó a sus productores, Broccoli y Saltzman, a continuar con la gallina de los huevos de oro de lan Fleming. La operación implicaba la rápida definición del personaje, su bullicioso contexto y algunas pequeñas y pinturescas siluetas -M, Moneypenny y Q- que en su propia fidelidad hallarían el aplauso continuado.Sean Connery, huelga decirlo, se convertiría en un monstruo de la pantalla en su encarnación del agente James Bond. Y las películas, por lo menos las más viejas, las más añejas, permanecen en algún rincón privilegiado de la memoria del aficionado.

Se trata de un efecto nostálgico antes que de cualquier otro efecto, pues, en lo referente a lo artístico, la saga Bond, ya desde sus principios, ha mantenido un rasgo que en nada la beneficia: la ausencia de un director. Ahondando en el tema, no sería exagerado decir que los filmes Bond han tenido siempre directores mucho más que mediocres, mediocrísimos.

Desde Rusia con amor se emite en Sábado cine a las 22

30; Tierra de Jaraones, en Primera sesión a las 16.05; Rami y Juliet, a la 1. 15, y Conflicto de sangre, a las 7.30, todas en TVE-1.

Y, sin embargo, ahí están 007 contra el doctor No, Desde Rusia con amor o Goldflinger, por hablar sólo de los tres primeros -y los mejores por varias razones, entre ellas por no autoparodiarse todavía hasta su propia desintegración como mito-, resistiendo el paso de los años como pocas películas mediocres son capaces de hacerlo y dejándose penetrar por la afición con mucho más gusto que recientes petardos bondianos de Timothy Dalton.

Digno entretenimiento

Desde Rusia con amor, que es la que toca ver esta noche, sigue siendo un digno entretenimiento, con malvados inolvidables -esa mandamás soviética de letales zapatos, ese rubio indestructible que compone Robert Shaw-, estupendas escenas de acción -la mejor, la pelea en el compartimiento del tren- y una de las mejores Bond girls, Daniela Bianchi, de la ya larga ruta de 007 por las pantallas.

Por otra parte, un gran clásico del cine histórico es Tierra de faraones, de Howard Hawks, que se emite en Primera sesión por TVE- 1. Se trata de un monumental espectáculo al servicio de una aguda mirada sobre el hombre más allá de su marco temporal. Su grandeza menguará en las pequeñas dimensiones del televisor, si no su color: esta película llevaba precisamente el cineasta norteamericano Martin Scorsese bajo el brazo en su cruzada contra el deterioro del color. Componen el reparto Jack Hawkins, Joan Collins, Alexis Minotis y Luis Boni, entre otros.

Rami y Juliel es una modernizacion, fechada en 1988, del clásico de Shakespeare de profundo sentido social a cargo del danés Erik Clausen, y Conflicto de sangre, una comedia crítica de Lina Wertmuller sobre el carácter napolitano, interpretada por Sofía Loren, Marcello Mastroianni y Glancarlo Glannini.

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