Crítica:

Los tormentos que da el pecado

Tras varios años de éxito como actor cómico del cine italiano -y español: recordemos que él fue el protagonista, con José Isbert, de El verdugo, de Berlanga-, Nino Manfredi decidió pasarse a la dirección en 1971, llevando a la pantalla un argumento suyo en cuyo guión colaboran además Leo Benvenuti y Piero de Bernardi. Su título fue Las tentaciones de Benedetto y alcanzó un gran éxito.Por supuesto, Nino Manfredi se reservó el papel principal y a él, como protagonista, se debe una gran parte del triunfo. Benedetto es, de alguna manera, el retrato robot del italiano medio, cargado d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tras varios años de éxito como actor cómico del cine italiano -y español: recordemos que él fue el protagonista, con José Isbert, de El verdugo, de Berlanga-, Nino Manfredi decidió pasarse a la dirección en 1971, llevando a la pantalla un argumento suyo en cuyo guión colaboran además Leo Benvenuti y Piero de Bernardi. Su título fue Las tentaciones de Benedetto y alcanzó un gran éxito.Por supuesto, Nino Manfredi se reservó el papel principal y a él, como protagonista, se debe una gran parte del triunfo. Benedetto es, de alguna manera, el retrato robot del italiano medio, cargado de preocupaciones por el debate que en su mente se establece entre el deseo y los imperativos que marca su educación católica, por los tormentos que produce el pecado y el gustillo que encuentra cayendo en él.

Las tentaciones de Benedetto se emite a las 23

20 por TVE2.

Las tentaciones de Benedetto está narrada mediante un ágil montaje que repasa los momentos más característicos de la vida de su protagonista. En todos ellos descansa la ironía, la mala uva, la crítica feroz al sistema de vida típico de los italianos prototípicos. Así, Manfredi puede codearse sin rubor con los nombres de Monicelli, Risi o Magni como ópticos fabricantes de comedias satíricas y mordaces.

Archivado En