El Valencia se defendió con éxito ante el Victoria de Bucarest

ENVIADO ESPECIAL El Valencia empezó con muchos nervios. El pequeño campo del Victoria de Bucarest podía ser un infierno. Aunque luego no fue tan grave, la salida en tromba del Victoria le hizo pasar apuros. El resultado de la ida, tranquilizador en principio, podía no ser suficiente. Menos, si los rumanos acertaban a marcar en los primeros minutos. Tuvieron ocasiones. Corac, el bola de plata de la pasada temporada, aprovechó en el minuto 6 un error de Ferrando para llegar al borde de¡ área y chutar, pero Ochotorena no se dejó sorprender. Ocho más tarde, Solomon conectó un duro disparo q...

ENVIADO ESPECIAL El Valencia empezó con muchos nervios. El pequeño campo del Victoria de Bucarest podía ser un infierno. Aunque luego no fue tan grave, la salida en tromba del Victoria le hizo pasar apuros. El resultado de la ida, tranquilizador en principio, podía no ser suficiente. Menos, si los rumanos acertaban a marcar en los primeros minutos. Tuvieron ocasiones. Corac, el bola de plata de la pasada temporada, aprovechó en el minuto 6 un error de Ferrando para llegar al borde de¡ área y chutar, pero Ochotorena no se dejó sorprender. Ocho más tarde, Solomon conectó un duro disparo que salió rozando un poste.

Las cosas cambiaron tras el primer cuarto de hora. Los pupilos de Espárrago se serenaron y pusieron orden en su juego. Lo primero fue la defensa: Giner se encargó de dirigirla. En el, centro centro del terreno, Bossio, Nando y Fernando triangulaban y desbarataban la defensa individual rumana. Delante, Tony y Eloy trataban de sorprender al Victoria.

El Valencia había empezado a jugar como debía: sin dejar que los rumanos tocaran mucho el balón. Y eso le permitió marcar. La ventaja global ya era de 4-1. Pero, tras el descanso, los primeros minutos fueron un calco de los de] comienzo, pero con una diferencia: el Victoria logró un gol. Pero el Valencia no perdió la calma. El resto de la segunda parte fue dominada por él, aun con intentos del Victoria de conseguir un resultado más positivo, que pudo obtener si no llega a desaprovechar un penalti a cinco minutos del final.