GOLF

Estados Unidos busca el desquite en la Copa Ryder

Todo está dispuesto en The Belfry, en Sutton Coldrield (Reino Unido), para que la 28ª edición de la Copa Ryder, que enfrenta a los mejores golfistas de Europa contra los de Estados Unidos, se inicie hoy. Tanto los europeos, con Ballesteros, Olazábal y Cañizares, como los estadounidenses confían en su triunfo. Para Tony Jacklin, el capitán de los primeros, su experiencia debe prevalecer: "Nunca confié tanto en mi grupo", ha dicho. Para el norteamericano Raymond Floyd, el de los segundos, el ansia de desquite hace impensable un fracaso: "Tengo a mi lado a los 12 mejores del mundo", ha señalado....

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Todo está dispuesto en The Belfry, en Sutton Coldrield (Reino Unido), para que la 28ª edición de la Copa Ryder, que enfrenta a los mejores golfistas de Europa contra los de Estados Unidos, se inicie hoy. Tanto los europeos, con Ballesteros, Olazábal y Cañizares, como los estadounidenses confían en su triunfo. Para Tony Jacklin, el capitán de los primeros, su experiencia debe prevalecer: "Nunca confié tanto en mi grupo", ha dicho. Para el norteamericano Raymond Floyd, el de los segundos, el ansia de desquite hace impensable un fracaso: "Tengo a mi lado a los 12 mejores del mundo", ha señalado.

ENVIADO ESPECIAL

Treinta mil flores se han cultivado en invernaderos con el fin de plantarlas a primeros de mes en The Belfry, y sus lagos se han preparado para que tengan un colorido especial. Se trata de ofrecer un decorado atractivo para los millones de televidentes, a un lado y otro del Atlántico, que no van a poder asistir personalmente al primero de los torneos disputados en Europa en el que se ha establecido un cupo máximo de espectadores en el campo: 27.000 diarios (20.000, como público en general, y 7.000, como invitados de las 170 tiendas de hospitalidad -más que nunca- instaladas por diferentes empresas). La imagen ambiental no podría ser más atractiva. La deportiva, tampoco.La selección europea se impuso en 1985 y 1987 a la muchos años invencible estadounidense. El golf mundial experimentó un vuelco. Otro orden había surgido. Pero los jugadores norteamericanos están decididos a reinstaurar su dominio global en el golf. Floyd ha sido tajante en las vísperas: "Cuando perdimos cuatro temporadas atrás en este mismo escenario, aceptamos nuestra derrota. Pero, cuando volvimos a hacerlo dos después en el nuestro, comprendimos que aquello había sido pasarse de la raya. Nuestra ansia de desquite hace impensable la. posibilidad de un tercer fracaso".

Experiencia y calidad

Jacklin, sin embargo, sí que piensa en una tercera gloria consecutiva antes de abandonar, como parece tener previsto, su cargo. Él reconoce que la calidad media del equipo rival es ligeramente superior. Pero confía en que la experiencia del suyo en esta competición (sus golfistas suman 34 participaciones por 19 los de Floyd) prevalezca. Él sólo tiene a un debutante, el norirlandés Ronan Rafferty, quien, en definitiva, se encuentra en un estado de forma tal que encabeza la lista de ganancias de su circuito. Su colega, en cambio, se presenta con cinco: Chip Beck, Paul Azinger, Fred Couples, Ken Green y Mark McCumber. Es un detalle que puede influir en los momentos decisivos.Además, Jacklin concede un gran peso específico a Ballesteros, el inglés Nick Faldo y el galés Ian Woosnam. Su idea es emparejar a estos dos y a aquél con Olazábal. Así, cree que su conjunto se aseguraría ocho de los 16 puntos de los partidos de dobles foursome (cada uno golpea alternativamente la pelota) y fourball (cada cual, con la suya). Además, cuenta con sus tres triunfos individuales. De tal suerte, ya serían 11 los sumados. Como el total son 28, a Europa sólo le quedarían 3,5 para ganar.

Los partidos de hoy por la mañana (foursome) son: Nick Faldo e Ian Woosnam-Curtis Strange y Tom Kite; Mark James y Howard Clark-Payne Stewart y Lanny Wadkins; Severiano Ballesteros y José María Olazábal-Tom Watson y Chip Beck, y Bernhard Langer-Ronan Rafferty-Mark Calcavecchia y Ken Green. Jacklin y Floyd se reservarán hasta después de ellos la composición de sus parejas para los de la tarde (fourball). De pícaro a pícaro, Floyd presumió ayer de haber adivinado que Faldo jugaría el primer encuentro: "Quería enfrentarle a Strange para presionarle con el recuerdo de su derrota ante él en el desempate del Open de EE UU de 1988".

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