Crítica:CINE EN T. V. E.

La pasta de Douglas Sirk

En 1958, Douglas Sirk realizó su última película, su último gran melodrama, Imitación a la vida. Con la misma protagonista de ésta, Lana Turner, corrió al año siguiente el proyecto de rodar La mujer X, basada en una célebre obra de Alexandre Bisson.El proyecto quedó aparcado siete largos años, hasta que finalmente logró filmarse, y con la propia Lana Turner de protagonista. La puesta en escena, sin embargo, recayó en David Lowell Rich.

LoweIl Rich es un prolífico realizador de telefilmes (pueden recordarse Problemas de familia, Vuelo mortal, ¡Quiero vivir! -remake del céle...

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En 1958, Douglas Sirk realizó su última película, su último gran melodrama, Imitación a la vida. Con la misma protagonista de ésta, Lana Turner, corrió al año siguiente el proyecto de rodar La mujer X, basada en una célebre obra de Alexandre Bisson.El proyecto quedó aparcado siete largos años, hasta que finalmente logró filmarse, y con la propia Lana Turner de protagonista. La puesta en escena, sin embargo, recayó en David Lowell Rich.

LoweIl Rich es un prolífico realizador de telefilmes (pueden recordarse Problemas de familia, Vuelo mortal, ¡Quiero vivir! -remake del célebre melodrama por el que ganara el Oscar Susan Hayward-, etcétera) y de películas de médula catastrofista como El expreso hacia la muerte, Aeropuerto 78: vuelo secuestrado o Aeropuerto 80. Y Loweil Rich, como su propio nombre indica, no es Douglas Sirk.

La mujer X se emite, a las 2

00, por TVE 1.

Y a La mujer X, pese a tener en su esqueleto pasta sirkiana, le falta sentido visual, garra, le falta poner toda la carne en el asador. Aun sin punch, el aura mítica de la Turner y el trabajo de gente como Burgess Meredith o Constance Bennett otorgan dignidad a un filme al fin y al cabo digno de ver.

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