Suben las presiones para que Maradona regrese a Nápoles

La presión de la directiva del Nápoles, que exige su regreso; de la Prensa más conservadora, que le califica de "divo y soberbio"; de los fanáticos, que le reclaman, ruegan y piden por él en programas de radio y televisión, y la demanda de los dirigentes y el entrenador de la selección argentina de fútbol, que le recuerdan la disputa del Mundial 90, han convertido a Diego Maradona en un hombre abrumado por obligaciones a las que ya no puede responder. Para defenderse ha puesto en escena un brote histérico de su personalidad.Y dos de las tres de las últimas veces que Maradona habló en público d...

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La presión de la directiva del Nápoles, que exige su regreso; de la Prensa más conservadora, que le califica de "divo y soberbio"; de los fanáticos, que le reclaman, ruegan y piden por él en programas de radio y televisión, y la demanda de los dirigentes y el entrenador de la selección argentina de fútbol, que le recuerdan la disputa del Mundial 90, han convertido a Diego Maradona en un hombre abrumado por obligaciones a las que ya no puede responder. Para defenderse ha puesto en escena un brote histérico de su personalidad.Y dos de las tres de las últimas veces que Maradona habló en público dijo que necesitaba "dormir mucho". Este año no ha podido internarse en una clínica para desintoxicarse. Durante sus vacaciones no practicó ningún otro deporte, salvo las clases que tomó de esquí y algunos partidos de tenis que jugó en su quinta, y engordó por lo menos dos kilos en los últimos 45 días. Los que le acompañan dicen: "Está cansado, agotado".

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