Extraños en un andén

Breve Encuentro es un título histórico del cine británico, la película que, en 1945, consagró definitivamente a David Lean tras películas tan interesantes como Sangre, sudor y lágrimas, La vida manda o Un espíritu burlón -vistas todas ellas en TVE en fechas recientes-; no menos interesantes películas realizaría David Lean en los 10 años siguientes, entre ellas Cadenas rotas, Oliver Twist y El déspota, para entrar ya, en 1957, con El puente sobre el río Kwai, a su gran era de superproducciones, confiemos en que todavía no concluidaúltima de sus adaptaciones de Noel C...

Breve Encuentro es un título histórico del cine británico, la película que, en 1945, consagró definitivamente a David Lean tras películas tan interesantes como Sangre, sudor y lágrimas, La vida manda o Un espíritu burlón -vistas todas ellas en TVE en fechas recientes-; no menos interesantes películas realizaría David Lean en los 10 años siguientes, entre ellas Cadenas rotas, Oliver Twist y El déspota, para entrar ya, en 1957, con El puente sobre el río Kwai, a su gran era de superproducciones, confiemos en que todavía no concluidaúltima de sus adaptaciones de Noel Coward, Breve encuentro es un melodrama espléndido, sencillo y nada estridente, casi el documental de unas vidas mustias -ya saben, una mujer casada y de vida monótona, apagada, conoce a un hombre en una estación de tren, con quien mantendrá relaciones intermitentes en ese mismo marco ferroviariocondenadas a seguir siéndolo en aras a los dictados morales de la sociedad y a la fidelidad. De esos dos personajes sellados por un amor imposible hacen grandes creaciones Celia Johnson y Trevor Howard, dotados de inmensa humanidad y caracteres creíbles, algo que no sabrían infundir Sofia Loren y Richard Burton en un desafortunado remake posterior.7brifier' urbanoUn thriller urbano nada desdeñable, pese a que sus líneas maestras no se aparten un ápice de los tópicos del género, de sus cada vez más trillados códigos, es La brigada de Sharky, filme dirigido e interpretado, en 1981, por Burt Reynolds. A su competencia contribuyen en grado sumo un ajustado reparto de secundarios (Vittorio Gassman, Rachel Ward, Earl Holliman, Henry Silva, Brian Keith, Charles Durning ... ), la estilizada fotografia de William A. Fraker y una violencia feroz, explícita, pero en ningún momento gratuita ni efectista.Típica comedia española de los sesenta, De profesión sus labores no tiene hoy otro interés que no sea el de dustramos como éramos y como vivíamos.Por Alberto Sordi y Ugo Tognazzi, básicamente, merece la pena ver Els nostres marits, típica comedia italiana de la misma edad que De profesión sus labores pero menos conformista. Y por Donald Sutherland y Jane Fonda -el tándem de Klute- se le puede echar un vistazo a El blues del cementiri de cotxes, comedia tontorrona y pretendidamente liberal que aquí conocimos por Material americano.