La reforma arbitral supone a la federación de fútbol un coste superior a los 100 millones de pesetas

La reforma arbitral, aprobada el pasado jueves en la asamblea del fútbol y que entrará en vigor a partir de la próxima temporada, va a suponer a la federación española un coste superior a los 100 millones de pesetas, según cálculos realizados por el Comité Nacional de Árbitros. Las nuevas comisiones y el grupo de informadores que calificarán a los colegiados en todos sus partidos son los principales capítulos del aumento de los gastos. El presidente de la federación, Ángel María Villar, ha asegurado que considera elevada esa cifra, pero que está dispuesto a facilitarla si es necesaria.

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La reforma arbitral, aprobada el pasado jueves en la asamblea del fútbol y que entrará en vigor a partir de la próxima temporada, va a suponer a la federación española un coste superior a los 100 millones de pesetas, según cálculos realizados por el Comité Nacional de Árbitros. Las nuevas comisiones y el grupo de informadores que calificarán a los colegiados en todos sus partidos son los principales capítulos del aumento de los gastos. El presidente de la federación, Ángel María Villar, ha asegurado que considera elevada esa cifra, pero que está dispuesto a facilitarla si es necesaria.

La reforma arbitral aprobada prevé la reestructuración y el aumento del grupo de informadores del comité nacional. Este grupo estará integrado por unos 40 ex árbitros, quienes se encargarán de informar de las actuaciones de los colegiados en sus partidos. Estos informes serán la base fundamental para establecer las clasificaciones y determinar los ascensos y descensos. Cada uno de los 20 partidos de la Primera División y la Segunda de cada jornada contará con un informador. El coste estimado de su función es de 25.000 a 30.000 pesetas por encuentro al incluirse viajes, estancias y otros gastos. El total por tanto, por semana es de unas 750.000 pesetas. La temporada oficial cuenta con 38 jornadas de Liga y media docena más correspondientes a la Copa del Rey.Dos de las seis comisiones nacionales de los árbitros, las de designaciones e información, calificación y clasificación, integrada cada una de ellas por tres miembros, se han de reunir semanalmente para cumplir la función que se les ha encomendado. "Estas reuniones, que antes no se realizaban con esa periodicidad, requieren unos gastos que todavía no están evaluados, pero que afectan al coste de la reforma arbitral aprobada", indicó un portavoz del comité nacional. La reforma arbitral aprobada contempla además que, antes del próximo 30 de noviembre, se han de constituir y reunir tanto el pleno como la asamblea ole los colegiados, compuestos por 288 y 108 representantes, respectivamente. El coste que se baraja para sus reuniones supera los 12 millones de pesetas, gastos todos ellos, al igual que los de las diferentes comisiones, que la federación española se ha comprometido a abonar con cargo a sus presupuestos.

Estos gastos, por otro lado, se habrían duplicado de haber prosperado y ser aprobado el proyecto inicial que sobre la reforma arbitral elaboró la federación y que contó con el apoyo del Consejo Superior de Deportes (CSD). Ese aspecto económico fue uno de los motivos fundamentales para que dicho proyecto fuese finalmente retirado por Villar y sus colaboradores. El propio presidente de la federación ha reconocido que el elevado coste económico de su proyecto posiblemente hubiese hecho inviable el mismo en caso de ser aprobado, por lo que se decidió a apoyar la reforma presentada por José Plaza, el presidente de los árbitros, aunque con ligeros matices.

El apoyo de Villar

De todos modos, existe cierta preocupación tanto en el comité nacional como en la federación española ante la posibilidad de que surja algún problema económico que afecte a la puesta en práctica de la refor ma arbitral según fue aprobada por la asamblea del fútbol el pasado jueves. Dirigentes de los árbitros consideran que, con esta reforma, se ha montado una estructura que supera todos los medios burocráticos con que en la actualidad cuenta su comité.El presidente de la federación ha querido salir al paso de esa preocupación de los dirigentes arbitrales y ha insistido en que no habrá problema económico alguno que pueda ser esgrimido como excusa para que la reforma de los árbitros no sea aplicada en su plenitud.

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