Crítica:CINE EN TELEVISIÓN

Aquel sur tan querido

Sabido es que no cualquier criatura puede ir por ahí metiendo a Tennessee Williams en latas de celuloide y salir bien librado. Pesos pesados como Elia Kazan, John Huston, Richard Brooks y Paul Newman lo han intentado y no siempre con afortunados resultados. ¿Y Peter Glenville? ¿Quién demonios es Peter Glenville? Ante todo, un hombre de teatro, actor en sus años mozos y, más tarde, director de la Old Vic Company y reputado autor de montajes de obras de prestigio. En cine, su obra es corta y lo podemos recordar por El prisionero, Yo y el coronel, Escándalo en las aulas y, sobre todo, ...

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Sabido es que no cualquier criatura puede ir por ahí metiendo a Tennessee Williams en latas de celuloide y salir bien librado. Pesos pesados como Elia Kazan, John Huston, Richard Brooks y Paul Newman lo han intentado y no siempre con afortunados resultados. ¿Y Peter Glenville? ¿Quién demonios es Peter Glenville? Ante todo, un hombre de teatro, actor en sus años mozos y, más tarde, director de la Old Vic Company y reputado autor de montajes de obras de prestigio. En cine, su obra es corta y lo podemos recordar por El prisionero, Yo y el coronel, Escándalo en las aulas y, sobre todo, Becket -no por casualidad películas con Alec Guinness, Jack Hawkins, Laurence Olivieir, Richard Burton y Peter O'Toole, la crema del arte británico, en sus repartos.Pues bien, antes de Becket, Glenville llevó a la pantalla un Tennessee Williams, Verano y humo, prestando buena atención a ese sur tan querido, esas opresivas y fogosas atmósferas, esa decrepitud moral... La historia sentimental entre un mujeriego irrecuperable y una solterona, toda represión la contó Glenville con cierta competencia, aunque sin pulir ese hedor teatral que a más de uno habrá de molestar.

Una espía enamorada, a las 2

00 por TVE-1; Verano y humo, a las 22.35 por TVE-2.

Afortunadamente, Geraldine Page es una actriz como una catedral y el fallecido Laurence Harvey casi podríamos decir que halló en este personaje el mejor papel de su vida cinematográfica, con lo cual el drama tiene temperatura y se deja ver sin bostezos.

Bostezos que probablemente harán su aparición ante Una espía enamorada, una comedia española que osa pisar el terreno de Lubitsch y concretamente de Ninotchka, con los resultados previsibles. Carmen Villani, Alfonso del Real, Rafael Hernández y Tomás Pico, son sus intérpretes.

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