Tribuna:

El chupinazo

Va a sonar el chupinazo y a empezar la corrida electoral. Unos sanfermines anticipados y metafóricos que van a servir a los sociólogos electorales para que analicen las tripas de la bestia y decidan si conviene o no anticipar las elecciones generales. Los sociólogos electorales no son neutrales, aunque esgriman datos neutrales, y los decantan según su patrón explícito o implícito. Es decir, decidirán si las elecciones deben ser anticipadas o no según convenga al partido en el poder.Los otros no saben muy bien si les conviene o no. Confían en que el tiempo deteriore la realidad y que los...

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Va a sonar el chupinazo y a empezar la corrida electoral. Unos sanfermines anticipados y metafóricos que van a servir a los sociólogos electorales para que analicen las tripas de la bestia y decidan si conviene o no anticipar las elecciones generales. Los sociólogos electorales no son neutrales, aunque esgriman datos neutrales, y los decantan según su patrón explícito o implícito. Es decir, decidirán si las elecciones deben ser anticipadas o no según convenga al partido en el poder.Los otros no saben muy bien si les conviene o no. Confían en que el tiempo deteriore la realidad y que los malos presagios para la economía de 1989 trabajen a su favor. La unificación del centro-derecha aún está tierna, y el pastel del 14 de diciembre ha quedado casi íntegro a disposición de las izquierdas, pero es un pastel ya algo lejano, y con tanto telefilme y tanto anuncio, la conciencia social no guarda las estampas demasiado tiempo en su cerebro colectivo. En este país, la última fecha histórica que se recuerda es el 18 de julio, sobre todo por el reflejo pav1oviano de que llegaba más asociada a una paga extraordinaria que a una guerra civil.

¿El 14 de diciembre va a afectar a las elecciones europeas del 15 de junio? A juzgar por los compartimientos estancos electorales demostrados por las masas posmodernas, es posible que no, que el 14 de diciembre siga siendo el 14 de diciembre, y el 15 de junio tenga otra lógica y predisponga a un comportamiento diferenciado. El 14 de diciembre se va a la huelga, y el 15 de junio se vota lo mismo que se votaba. Puede suceder. De hecho, ya ha sucedido en otras ocasiones. Si se escuchan los rumores y los chascarrillos, nadie se explica cómo es posible que el PSOE saque las mayorías que saca, pero las saca. Y es que una cosa es contar chistes y otra votar, como en los últimos años del franquismo, cuando incluso algunos ministros contaban chistes antifranquistas y ellos eran lo que eran. Éste sigue siendo un país céntrico, centrista y centrado, y el 15 de junio votará centro. Y que nadie cometa la ingenuidad de preguntar qué es el centro, porque el centro, esta vez sí, el centro eres tú.

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