Yumana Arístegui

"Gracias a Dios que me encuentro en España"

Cuando su cuñada Sona pronuncia su nombre, Yumana, para presentarla a los periodistas que la esperan, ella añade: "Arístegui". Es Yumana Arístegui, viuda de Pedro de Arístegui, embajador de España en Beirut, muerto el pasado 16 de abril en un bombardeo en el que también perdieron la vida el padre y la hermana de Yumana. En fase de recuperación de sus gravísimas heridas -estuvo en coma muchos días-, Yumana tiene serias dificultades para expresarse y sufre lapsos de memoria. No recuerda nada del bombardeo, pero ya sabe sus consecuencias. A pesar de todo, sus cautivadores ojos claros siguen sonri...

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Cuando su cuñada Sona pronuncia su nombre, Yumana, para presentarla a los periodistas que la esperan, ella añade: "Arístegui". Es Yumana Arístegui, viuda de Pedro de Arístegui, embajador de España en Beirut, muerto el pasado 16 de abril en un bombardeo en el que también perdieron la vida el padre y la hermana de Yumana. En fase de recuperación de sus gravísimas heridas -estuvo en coma muchos días-, Yumana tiene serias dificultades para expresarse y sufre lapsos de memoria. No recuerda nada del bombardeo, pero ya sabe sus consecuencias. A pesar de todo, sus cautivadores ojos claros siguen sonriendo y tiene muy claro que su futuro está aquí. "Gracias a Dios que me encuentro en España".

Tiene necesidad de aire libre -ha estado 25 días en el subterráneo del hospital de Beirut- y de tener a algún miembro de su familia cerca. Por eso se encuentran en Madrid sus dos hermanos: Rabih, que vive en Beirut, y Hani, que se instaló en Canadá hace 15 años. Ya conoce la muerte de su marido y de su padre y su hermana. Hoy hace una semana, en la clínica madrileña donde estaba internada, le preguntó a su hermano Rabih que dónde estaba su marido. Él le dijo que se encontraba muy grave y le explicó el bombardeo que sufrió la Embajada de España en Beirut. Yumana dijo que quería toda la verdad. Se la contaron. "Se puso a llorar y de nuevo me preguntó por Pedro. Se lo volví a contar y de nuevo se puso a llorar. Esto se repitió muchas veces", explican Rabih y su esposa, Sona, una pareja encantadora y explícita. El pasado jueves echó en en falta a su padre y le tuvieron que contar la suerte que corrió él y su otra hija.La pequeña de cuatro hermanos, Yumana nació en Beirut hace 38 años. La carrera diplomática del padre, el escritor Tufic Yusef, motivó numerosos viajes de la familia por Argentina, España -fue el primer representante del Gobierno de Líbano en nuestro país-, Irán, Egipto, México, Japón e Italia. Yumana, tras estudiar en el Liceo Francés, hizo un curso de Geograria e Historia en París y en Roma trabajó en la RAI durante casi cuatro años. Nuevamente en Beirut, dirigió y presentó un programa de debate en la televisión libanesa, hasta que hace unos años comenzó a dedicarse al diseño, confección y venta de ropa de mujer.

Casada y separada de un arquitecto libanés, Yumana conoció a Pedro de Arístegui en Beirut en 1984, durante una recepción en la Embajada española a la que había sido invitada, de casualidad, una sobrina suya y a la que ella acompañó. El encuentro agilizó el divorcio de Yumana y en enero de 1986 contraían matrimonio.

Sus dos hijos, Diego y Alejandra, están con ella en la casa de los hermanos Arístegui. Tiene miedo de volver a Líbano y dice que se va a quedar en España. "Estoy muy agradecida al pueblo español por el interés que ha mostrado conmigo y con mis hijos", dice con dificultades, pero sonriente. Todos la definen como una mujer muy inteligente, con mucha personalidad, alegre y con fuerza de voluntad. Por eso están convencidos de su pronta recuperación, aunque todavía se siga despertando sobresaltada y preguntando por su hijo Diego. "¿Dónde está Diego? ¿No estará en la calle?".

De Pedro Arístegui dice algo muy sencillo: "Le voy a echar mucho de menos. Me va a costar tanto olvidarle?

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