RTVE decide suprimir su delegación en Nueva York
El comité de dirección de Radiotelevisión Española (RTVE) decidió el pasado día 17 de mayo la supresión de la delegación del ente público en Nueva York, según la notificación oficial enviada por el director gerente, Miguel Miaja, a la hasta ahora delegada de RTVE, Soledad Álvarez-Coto. La medida, dice la citada comunicación, se hará efectiva a partir del último día del presente mes. Ninguno de los responsables de la delegación conoce el futuro de la presencia del ente público en Estados Unidos, según informa José Miguel Contreras desde Nueva York.Diego Carcedo, director de los servicios...
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El comité de dirección de Radiotelevisión Española (RTVE) decidió el pasado día 17 de mayo la supresión de la delegación del ente público en Nueva York, según la notificación oficial enviada por el director gerente, Miguel Miaja, a la hasta ahora delegada de RTVE, Soledad Álvarez-Coto. La medida, dice la citada comunicación, se hará efectiva a partir del último día del presente mes. Ninguno de los responsables de la delegación conoce el futuro de la presencia del ente público en Estados Unidos, según informa José Miguel Contreras desde Nueva York.Diego Carcedo, director de los servicios informativos de TVE, dijo ayer no tener datos sobre este asunto, aunque sí indicó que en lo referente a las tareas informativas la corresponsalía en Estados Unidos se desdoblará en dos y se emplazará en Nueva York y Washington, "estableciéndose la oficina principal en esta última ciudad".
Cuando Luis Solana llegó a la Dirección General de RTVE, el pasado mes de enero, se dirigió, entre otros, a Soledad Álvarez-Coto para ofrecerle la posibilidad de dirigir Televisión Española. Álvarez-Coto, que se encontraba al frente de la delegación del ente público en Estados Unidos desde junio de 1987, viajó en aquel entonces a Madrid con el fin de estudiar la oferta. Solana conoció el proyecto y el trabajo que se estaba realizando en Nueva York y, según las explicaciones de Alvarez-Coto, decidió buscar otra solución para el puesto de director de Televisión Española, con el fin de mantener la línea de trabajo emprendida en Estados Unidos.
Este trabajo pretendía cubrir una triple línea de actuación: intentar emitir programas de Televisión Española en alguno de los canales de cable existentes; vender material producido por la propia Televisión Española, y lograr acuerdos de coproducción.
Soledad Álvarez-Coto no oculta su decepción por la medida adoptada en Madrid, ya que implica "tirar por tierra todo el esfuerzo desarrollado durante los últimos dos años, precisamente en el momento exacto en el que se tenían al alcance de la mano los primeros resultados positivos".