Crítica:CINE EN T. V. E.

Objetivo, De Gaulle

Un año y pocos días después de su primera emisión vuelve Chacal, esa hábil adaptación de la no menos hábil novela del gran fabricante de éxitos de venta Frederick Forsythe. No es una película memorable, pero sí una película confeccionada como una potente maquinaria de relojería, narrada sin pasión aunque con profesionalidad y aciertos comerciales por Fred Zinnemann, un veterano que nunca defrauda al gran público, aquí al servicio de una trama política -ya saben, los preparativos de un atentado contra De Gaulle por un asesino profesional y frío pagado por la OAS- astutamente despolitizad...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un año y pocos días después de su primera emisión vuelve Chacal, esa hábil adaptación de la no menos hábil novela del gran fabricante de éxitos de venta Frederick Forsythe. No es una película memorable, pero sí una película confeccionada como una potente maquinaria de relojería, narrada sin pasión aunque con profesionalidad y aciertos comerciales por Fred Zinnemann, un veterano que nunca defrauda al gran público, aquí al servicio de una trama política -ya saben, los preparativos de un atentado contra De Gaulle por un asesino profesional y frío pagado por la OAS- astutamente despolitizada y esencializada en los elementos de suspense propios de un tipo de cine sin otra sustancia que una cuenta atrás. Una píldora muy bien dorada para atrapar a los grandes públicos.Chacal se emite a las dos de la madrugada por TVE-1.

Archivado En