Ricardo García Damborenea renuncia a la reelección en el PSOE de Vizcaya

Ricardo García Damborenea, secretario general en Vizcaya del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), anunció ayer su intención de no presentar batalla por la reelección en el próximo congreso extraordinario, convocado para el 13 de mayo, y continuar como militante del partido y diputado en el Congreso. "Me quito de en medio", dijo, "para que los militantes decidan con libertad". El sector oficialista intentará, por su parte, un acuerdo con los críticos disidentes para garantizar una mayoría de recambio tras el desalojo del secretario general.

La nueva dirección del partido será elegid...

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Ricardo García Damborenea, secretario general en Vizcaya del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), anunció ayer su intención de no presentar batalla por la reelección en el próximo congreso extraordinario, convocado para el 13 de mayo, y continuar como militante del partido y diputado en el Congreso. "Me quito de en medio", dijo, "para que los militantes decidan con libertad". El sector oficialista intentará, por su parte, un acuerdo con los críticos disidentes para garantizar una mayoría de recambio tras el desalojo del secretario general.

La nueva dirección del partido será elegida en un congreso extraordinario, por imperativo estatutario, tras la dimisión de 14 de los 24 miembros de la ejecutiva, designada en septiembre. El PSE cuenta en la provincia con más de 3.800 militantes, distribuidos en 38 agrupaciones.García Damborenea eludió en su primera explicación pública de la crisis cualquier crítica a sus antiguos compañeros, pero acusó a Ramón Jáuregui de romper el pacto sellado el año pasado para el ingreso de cuatro oficialistas en la ejecutiva de Vizcaya a cambio de la incorporación de cuatro críticos a la ejecutiva nacional del PSE. "Ni siquiera se me ha avisado un minuto antes por teléfono", aseguró.

El dirigente crítico explicó la situación como una retirada de confianza hacia su persona. "Algo perfectamente normal en democracia", dijo, "que me lleva a cumplir con mi obligación hacia el partido, la convocatoria de un congreso extraordinario en el más breve plazo posible para garantizar una dirección unida ante las próximas elecciones".

Bajo dos carteles, uno del PSOE y otro que pedía "Únete a UGT", y acompañado de varios de los miembros fieles de la ejecutiva, el secretario de Vizcaya consideró "difícilmente entendible" el cambio de orientación de la mitad de los representantes de su corriente en la dirección y aseguró no haber recibido ninguna explicación sobre las dimisiones. "Sólo el hecho consumado".

García Damborenea anunció que renuncia expresamente a tomar parte activa en el proceso previo al congreso para garantizar la decisión de las bases sin ningún tipo de presiones. "Podría recorrer las casas del pueblo explicando mi versión de lo sucedido a los militantes, que los conozco a todos, pero no voy a hacerlo", prometió. "A lo que no renuncio ni renunciaré nunca es a defender mis criterios".

Medios próximos a los dimisionarios han explicado la crisis del partido en la difícil convivencia con la fuerte personalidad de García Damborenea, que consideran "incontrolada". En particular, atribuyen el descontento al traslado a la opinión pública del debate sobre la huelga general del 14 de diciembre y el documento firmado por 15 personalidades contra la política social.

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El sector crítico fiel a Damborenea, a su vez, niega la existencia de diferencias políticas reales entre ambos grupos, y achaca la crisis a presiones del sector oficial. El manejo de los cargos institucionales y las promesas personales han desempeñado un papel fundamental, según esta versión, en la retirada de confianza al secretario general de una parte de quienes han crecido políticamente a su amparo.

La tendencia oficialista, que contaba con cuatro representantes en la ejecutiva de Vizcaya, intentará llegar a un acuerdo no sólo con los críticos contrarios a Damborenea, sino con la corriente que ha permanecido fiel a él, según declaró ayer su principal exponente, Luis Atienza, consejero de Economía del Gobierno vasco.

El nombre de Nicolás Redondo Terreros suena con insistencia en el partido, aunque no ha sido confirmado. Medios del PSE subrayan la satisfacción con que la dirección del PSOE vería al frente de la provincia crítica por excelencia al hijo del secretario general de UGT. La actitud de Redondo Terreros, alineado contra García Damborenea, ha provocado, según fuentes del PSE, profundo malestar en el dirigente sindical. No se descartan otros candidatos, como José Andrés Paul o Rodolfo Ares.

El portavoz de los oficialistas niega el incumplimiento del pacto entre ambos sectores. "El pacto", manifestó, "no era personal entre Jáuregui y García Damborenea, sino entre dos corrientes del partido, y es obvio que han cambiado las circunstancias". La dimisión de los cuatro oficialistas se debe, según su explicación, al convencimiento de la necesidad de un congreso extraordinario para clarificar la situación.

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