SECUELAS DE LA TRAGEDIA DE SHEFFIELD

"Más pánico que en Heysel"

Un comentarista de la BBC narró en directo las dos tragedias

GRAHAM TURNER, ENVIADO ESPECIAL, "Pensé después de la tragedia del estadio Heysel, de Bruselas, hace cuatro años, que no volvería a ver nada semejante en mi vida. Por desgracia me equivoqué. Estar obligado a permanecer ante el micrófono describiendo dos tragedias así me ha marcado profundamente". Peter Jones, uno de los más reputados comentaristas radiofónicos de la BBC, siente cierto cosquilleo cuando se le habla de las dos últimas tragedias en las que se ha visto implicado el fútbol inglés y, principalmente, el Liverpool.

"El domingo, después de los incidentes de Hillsborough, hice f...

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GRAHAM TURNER, ENVIADO ESPECIAL, "Pensé después de la tragedia del estadio Heysel, de Bruselas, hace cuatro años, que no volvería a ver nada semejante en mi vida. Por desgracia me equivoqué. Estar obligado a permanecer ante el micrófono describiendo dos tragedias así me ha marcado profundamente". Peter Jones, uno de los más reputados comentaristas radiofónicos de la BBC, siente cierto cosquilleo cuando se le habla de las dos últimas tragedias en las que se ha visto implicado el fútbol inglés y, principalmente, el Liverpool.

"El domingo, después de los incidentes de Hillsborough, hice fiesta y sólo me animé a cortar el césped de mi casa. Estuve muy deprimido", explica Jones. Sus dos jornadas laborales en Bruselas y Sheffield le han provocado un serie de reflexiones sobre el futuro del fútbol inglés. "Las dos tragedias de los seguidores del Liverpool han sido totalmente distintas", recuerda Jones. "En Hillsborough fue un caso de demasiadas personas apretadas en una zona reducida, como sardinas enlatadas. Lo de Bruselas fue simplemente violencia". "Después de Heysel", comenta el periodista, "me llamó Margaret Thatcher a Downing Street. La primera ministra quedó escandalizada cuando le comenté mi opinión de que las libertades cívicas dejaban de existir cada sábado en los estadios de fútbol ingleses. Quedó impresionada porque tuve la sensación de que no había asimilado todos los daños que el fútbol estaba infringiendo a la sociedad inglesa. Desde entonces ha intentado tomar medidas, pero creo que lo del pasado sábado demostró que el carné del aficionado no sirve'.Jones, al igual que hicieron los médicos y personal auxiliar en Sheffield, criticó con gran dureza los equipamientos de los estadios británicos. "El sábado quedó demostrado que las previsiones en cuanto a la seguridad del espectador y las instalaciones sanitarias eran maquillaje y nada más que maquillaje. Las barreras a prueba de camión que se derrumbaron, las botellas de oxigeno vacías... Y cuando intentan argumentar que estas emergencias son imprevisibles, pienso que aseguramos nuestras casas o compramos extintores esperando que no sean necesarios. Pero hay que tenerlos, y en buen uso".Jones creyó estar viviendo otra tragedia como la de Heysel mientras relataba en directo lo que estaba sucediendo en Sheffield. "E1 sábado me emocioné mientras relataba lo que veía. Sobre todo cuando un chaval subió llorando a nuestra posición y me pidió que le dejara el teléfono para llamar a sumamá. Era distinto a las peleas violentas de Bruselas. En Sheffield hubo más pánico".Pero lo importante ahora es el análisis frío. "Los detalles de los incidentes", señala el comentarista, "han sido largamente discutidos, pero lo que me preocupa profundamente es que aún subsisten elementos de gamberrismo. Fuera del campo algunos aficionados intentaron agredir a policías montados en caballos. Nunca podré olvidar la escena de aficionados del Liverpool cruzando el terreno de juego de Sheffield, esquivando los cadáveres y heridos tendidos sobre la hierba, para ir a provocar a los hinchas del Nottingham, instalados en el otro lado del estadio. Afortunadamente, la policía reaccionó rápidamente. De lo contrario, habría más muertos".Jones está convencido de que los hooligans están desde Heysel mucho más controlados. "Tengo la impresión de que Viven encorsetados, atados con camisas de fuerza, pero,¿sabe una cosa?, el monstruo sigue vivo dentro de ellos".

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