El coste de la reconversion

La pérdida de importancia relativa en el coste de los procesos de reconversión industrial, y la evolución favorable de la coyuntura económica española, han supuesto dos de las claves en la vuelta a los beneficios del Instituto Nacional de Industria, una situación desconocida para el grupo desde 1975. Las pérdidas acumuladas por el instituto desde entonces suman más de 1,7 billones de pesetas.El proceso de saneamiento iniciado tardíamente en los sectores de construcción naval e industria siderúrgica, tildados con eufemismos como "industrias en declive", o "de demanda discreta", han supuesto inv...

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La pérdida de importancia relativa en el coste de los procesos de reconversión industrial, y la evolución favorable de la coyuntura económica española, han supuesto dos de las claves en la vuelta a los beneficios del Instituto Nacional de Industria, una situación desconocida para el grupo desde 1975. Las pérdidas acumuladas por el instituto desde entonces suman más de 1,7 billones de pesetas.El proceso de saneamiento iniciado tardíamente en los sectores de construcción naval e industria siderúrgica, tildados con eufemismos como "industrias en declive", o "de demanda discreta", han supuesto inversiones multimillonarias, determinantes en la evolución del grupo.

Durante el período 1983-1988, el INI aportó más de 1,8 billones de pesetas para sufragar los gastos de distintos procesos de reconversión de sus filiales en los sectores en declive.

La parte de león de esta cifra, 1,35 billones de pesetas, fue aportada, a su vez, por el Estado al propio instituto, convertido en una de las partidas habituales de los Presupuestos Generales del Estado.

El resto del coste, alrededor de 500.000 millones de pesetas, fue afrontado por el propio INI mediante ventas de empresas y endeudamiento del holding, de acuerdo con los datos facilitados por el grupo. De acuerdo con las previsiones del instituto, que ha de abandonar su dependencia de los fondos públicos a partir de 1993, la Empresa Nacional Siderúrgica, SA (Ensidesa), volverá a los beneficios al término de 1989, tras la modernización de sus instalaciones de cabecera y la consolidación del ciclo de demanda alta en esta industria.

La otra de las grandes fuentes de pérdidas, el sector de construcción naval, no ha cerrado aún su proceso de reconversión, pero al término de 1988 ha captado una cartera de pedidos por valor de 208.000 millones. "En este sector comenzaremos a operar, además, con una mejora ostensible en los márgenes una vez que empiece a trabajarse sobre la cartera de pedidos más reciente, contratada en términos mucho más favorables que la vigente en la actualidad", señalaba uno de los directivos del grupo, que prevé igualmente una mejora de sus actividades en los sectores de transporte marítimo y minería.

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