Crítica:CINE EN TELEVISIÓN

Nubes negras

La poética gris y nihilista que yace en esa obra maestra que es El buscavidas tiene un aviso cierto en un filme anterior, y también maestro, de su mismo autor, Róbert Rossen, cineasta jamás bendecido por la fama, tal era su grado de independencia, su ímpetu por no casarse con nadie. Se trata de El político, una fábula sobre la corrupción que, en nombre de la democracia, impera en el sistema político norteamericano.El político es una película hecha sin cartas en la manga, directa, crítica, despiadada, casi un milagro, si consideramos que fue realizada en 1949 -por ahí corran los vientos ...

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La poética gris y nihilista que yace en esa obra maestra que es El buscavidas tiene un aviso cierto en un filme anterior, y también maestro, de su mismo autor, Róbert Rossen, cineasta jamás bendecido por la fama, tal era su grado de independencia, su ímpetu por no casarse con nadie. Se trata de El político, una fábula sobre la corrupción que, en nombre de la democracia, impera en el sistema político norteamericano.El político es una película hecha sin cartas en la manga, directa, crítica, despiadada, casi un milagro, si consideramos que fue realizada en 1949 -por ahí corran los vientos de la caza de brujas-, y además galardonada con tres oscars: mejor película, mejor actor principal (el magistral Broderick Crawlfórd: para Truffaut, el rostro más cinematográfico de la historia) y mejor actriz secundaria. Podrá comprobarse esta madrugada que no ha perdido un ápice de su fuerza.

El político se emite a las 2.00 por TVE1.

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