El gran ausente

Manuel Fraga está fisicamente al margen de la política gallega pese a que desde mayo de 1988 es el presidente del Partido Popular (PP) de Galicia y su candidato a la presidencia de la Xunta. Sus contados viajes apenas se prolongan tres o cuatro días, en los que suele prodigar los encuentros con periodistas y los sarcasmos sobre la situación política de la autonomía.Esta esporádica presencia convierte a Fraga en una especie de sombra que planea sobre la política gallega mientras los que la observan se preguntan si llegará a aterrizar algún día. Los dirigentes del PP de Galicia reaccionan de inm...

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Manuel Fraga está fisicamente al margen de la política gallega pese a que desde mayo de 1988 es el presidente del Partido Popular (PP) de Galicia y su candidato a la presidencia de la Xunta. Sus contados viajes apenas se prolongan tres o cuatro días, en los que suele prodigar los encuentros con periodistas y los sarcasmos sobre la situación política de la autonomía.Esta esporádica presencia convierte a Fraga en una especie de sombra que planea sobre la política gallega mientras los que la observan se preguntan si llegará a aterrizar algún día. Los dirigentes del PP de Galicia reaccionan de inmediato ante cualquier rumor sobre la posible desvinculación del líder popular de su tierra. Insisten en que su vuelta a la política nacional no cambia las cosas porque la candidatura a la Xunta "es irreversible". Lo que no parece tan irreversible es la renuncia de Fraga a ser de nuevo candidato a la Moncloa aun en el caso de que alcance la presidencia de la Xunta. Desde el reciente congreso fundacional del PP algunos miembros gallegos del partido sostienen que un importante triunfo en las elecciones autonómicas podría catapultar de nuevo a Madrid al líder popular. En Santiago se quedaría algún delfín de su confianza.

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Una tesis parecida a ésta es la que mantiene, por ejemplo, el ex secretario general de AP de Galicia Xosé Luis Barreiro, quien incluso ha sugerido los nombres de Pío Cabanillas o de su ex presidente Fernández Albor como posibles sustitutos. Los socialistas tampoco dan demasiado crédito a las declaraciones de Fraga sobre la irrevocabilidad de su compromiso con Galicia porque recuerdan "que todavía hace unos meses se estaba despidiendo de AP". Si comparece en la cita electoral gallega, Fraga ya se ha puesto a sí mismo el listón de la mayoría absoluta. Su confianza en el triunfo es tan ciega que hasta ha manifestado: "Laxe me tiene miedo".

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