El juez reconstruye el hallazgo del cadáver de Rafael Escobedo

Fernando Grande Marlasca, de 25 años, nuevo juez instructor de Santoña, practicó ayer en El Dueso la reconstrucción del hallazgo del cadáver de Rafael Escobedo, el 27 de julio pasado, en la celda número 4 del departamento 2, que compartía con dos internos. Grande Marlasca se hizo acompañar por la forense titular, Esther Sánchez, y otros funcionarios. También asistió el ahogado defensor de Escobedo, Marcos García Montes, que se ha personado en el caso ejerciendo la acción popular.

La reconstrucción y toma de declaraciones a testigos se prolongó durante varias horas desde poco después del...

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Fernando Grande Marlasca, de 25 años, nuevo juez instructor de Santoña, practicó ayer en El Dueso la reconstrucción del hallazgo del cadáver de Rafael Escobedo, el 27 de julio pasado, en la celda número 4 del departamento 2, que compartía con dos internos. Grande Marlasca se hizo acompañar por la forense titular, Esther Sánchez, y otros funcionarios. También asistió el ahogado defensor de Escobedo, Marcos García Montes, que se ha personado en el caso ejerciendo la acción popular.

La reconstrucción y toma de declaraciones a testigos se prolongó durante varias horas desde poco después del mediodía en que el juez penetró en la penitenciaría para seguir, previsiblemente, las precisiones que obran en las diligencias practicadas, el 27 de julio, por el juez José Antonio Alonso. Éste llevó a cabo el levantamiento del cadáver en presencia del funcionario que lo halló, Javier Ortiz Cobo, residente en Santoña.Escobedo, como acostumbraba a hacer últimamente, había optado aquel día por permanecer en el cuarto. El reglamento interior dispone que las celdas deben quedar cerradas por el exterior lo mismo que las cancelas que conducen a los pasillos de las galerías. Tanto la cancela como la puerta maciza de acceso a la celda estaban, obviamente, atrancadas cuando Ortiz Cobo, alrededor de las 12.45 horas, procedía, como se hace cada día y a la misma hora, a su apertura, minutos antes de que los internos acudiesen al comedor. Fue entonces cuando halló el cadáver colgando del barrote superior de la ventana. Minutos más tarde, al proceder a su levantamiento, el juez Alonso encontraría el cuerpo colgado sin que los pies tocaran el suelo. Se trataba, como dicen los forenses, de una ahorcadura completa. Rafi vestía un chándal azul, camiseta rosa y chaquetilla de lana.

Procedimiento

Los compañeros de celda declararon al juez que Escobedo pensaba quitarse la vida pero no encontraba el procedimiento. Solía acostarse alrededor de las cuatro de la mañana tras dedicar largas horas de escritura de una muy abundante correspondencia que mantenía con numerosas personas.

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