Crítica:CINE EN TVE

Una sinfonía ecológica

Hay quien todavía se queda con la boca abierta ante las imágenes -y su significado- de películas como Koyaanisqatsi, cuyo título -que procede de la lengua de los indios hopi y significa vida desequilibrada- ejemplifica las intenciones progres -utilicemos la vieja palabra, que le va al pelo- de su autor, Geoffrey Reggio, que este años prolongaría el léxico con Powaggatsi, película cortada por el mismo patrón que pudo verse el pasado mes de julio en el festival de Barcelona.¿Qué patrón es ese, qué es Koyaanisqatsi? Koyaanisqatsi es una bienintencionada sinfonía...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Hay quien todavía se queda con la boca abierta ante las imágenes -y su significado- de películas como Koyaanisqatsi, cuyo título -que procede de la lengua de los indios hopi y significa vida desequilibrada- ejemplifica las intenciones progres -utilicemos la vieja palabra, que le va al pelo- de su autor, Geoffrey Reggio, que este años prolongaría el léxico con Powaggatsi, película cortada por el mismo patrón que pudo verse el pasado mes de julio en el festival de Barcelona.¿Qué patrón es ese, qué es Koyaanisqatsi? Koyaanisqatsi es una bienintencionada sinfonía audiovisual -no hay diálogo alguno, sólo imágenes y música- que planea sobre el paisaje de Estados Unidos confrontando el rugido de las grandes ciudades, industrias y demás infiernos con el sosegado equilibrio de la naturaleza, los grandes ríos, las Montañas Rocosas, etcétera.

Capri se emite hoy, a las 16

05. Koyaanisqatsi, a las 0.55 de la madrugada del domingo. Tras la huella del delito, a las 4.10. Alma en tinieblas, a las 7.15. Todas ellas por TVE-1.

Un astuto montaje -que acelera las imágenes a su conveniencia para así mejor subrayar la vorágine de la civilización moderna- convierte este elemental panfleto para verdes en un espectáculo deslumbrante, aunque el verdadero autor de la película se revela no Reggio -ni Francis Ford Coppola, que apadrinó la operación-, sino Philip Glass, cuya música minimalista galopa siempre por encima de las imágenes creando los efectos alucínatorios que sin duda se perseguían. Efectiva película.

Vamos a Capri, Tras la huella del delito y Alma de tinieblas, las otras tres películas con las que Televisión Española ameniza la jornada de hoy y la próxima madrugada.

La primera es una comedieta que, lejos de alcanzar los resultados de Avanti!, obra maestra de Wilder, nos cuenta la historia de un norteamericano que llega a Nápoles para arreglar los papeles de la defunción de su hermano y termina por enamorarse de Sofía Loren; un viejo Clark Gable -que ese mismo año rodaría Vidas rebeldes y moriría de un ataque al corazón- es tal vez lo más estimulante de este largometraje.

La segunda es un policiaco más bien violento sobre un policía apartado del servicio que actuará por su propia cuenta y riesgo en la investigación de un asesinato, caso en el que los puertorriqueños aparecen como los malvados de la función, lo que motivó airadas protestas en Estados Unidos de la comunidad afectada.

Alma en tinieblas, finalmente, es el típico melodrama bélico -Birmania, II Guerra Mundial- interpretado, entre otros, por Ronald Reagan, factor que despeja toda posible duda sobre su lectura ideológica.

Archivado En