La Liga de baloncesto se inicia sin que exista acuerdo con las televisiones

La Liga de baloncesto se iniciará este fin de semana sin televisión, ni en directo ni en resúmenes grabados. La asociación de clubes y las diversas televisiones, que en este caso han ido siempre unidas, llevan negociando desde el pasado mes de mayo y no han podido alcanzar un acuerdo. Las dificultades se centran tanto en la duración del contrato como en la publicidad estática de las pistas y, por supuesto, en la cantidad a cobrar por partido. Asociación y representantes de las televisiones se verán el próximo viernes en el acto de presentación oficial de la Liga, y posiblemente intenten pactar...

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La Liga de baloncesto se iniciará este fin de semana sin televisión, ni en directo ni en resúmenes grabados. La asociación de clubes y las diversas televisiones, que en este caso han ido siempre unidas, llevan negociando desde el pasado mes de mayo y no han podido alcanzar un acuerdo. Las dificultades se centran tanto en la duración del contrato como en la publicidad estática de las pistas y, por supuesto, en la cantidad a cobrar por partido. Asociación y representantes de las televisiones se verán el próximo viernes en el acto de presentación oficial de la Liga, y posiblemente intenten pactar una nueva reunión.

El contrato que los clubes tenían con TVE -que en la última temporada compartió calendario con TV-3- finalizó la pasada temporada. Hasta entonces, TVE había abonado 1.8 millones por partido y 500.000 pesetas de canón de publicidad. TV-3 pagaba un millón por partido.La primera oferta de las televisiones, a finales de mayo, era cuatro años de contrato y tres millones de pesetas por partido, lo que suponía un global de 1.000 millones. El tema de la publicidad estática era muy problemático y, posteriormente, llegaría incluso a aparcarse en las diversas negociaciones que se realizaron. Las televisiones intentan que sólo haya una línea de anuncios y dejar libres las botellas y el centro de la pista, que podría contar con publicidad del patrocinador del club local o el emblema de los propietarios de la cancha. Las televisiones llegaron a ofrecer la posibilidad de comprar toda la publicidad.

La asociación respondió que no estaba dispuesta a vender la publicidad; solicitó 12 millones por partido y, a lo sumo, dos años de contrato, esgrimiendo que dentro de dos años habrán televisiones privadas y no les interesa firmar por tantas temporadas como pretenden las televisiones.

Después de varias reuniones, la asociación anuncié que el 20 de septiembre, fecha en que realizaría una reunión especial con sus miembros, daría a conocer su postura definitiva. Pese a no contar con comunicación oficial alguna, un portavoz de las televisiones informó ayer a este periódico que la asociación ha disminuido su petición a cinco millones por partido, aunque tanto el tema de la publicidad estática como el de la duración del contrato siguen sin aclararse.

Jordi Bertomeu, secretario general de la asociación de clubes, realizó posteriormente unas declaraciones a determinados medios en las que señalaba que los clubes no estaban dispuestos a doblegarse a las peticiones de las televisiones.

La asociación ha recordado a TV-3 que podría tener serios problemas para retransmitir los encuentros del FC Barcelona de la Copa de Europa de baloncesto en caso de que no se alcanzase un acuerdo. La televisión catalana no parece inquietarse por ese asunto, ya que el contrato firmado con el club azulgrana establece una multimillonario indemnización en caso de no poder ofrecer los partidos del Barcelona.

Este hecho contrasta, curiosamente, con lo sucedido recientemente en Italia, donde la cadena estatal RAI y la asociación de clubes italiana, conocida como Lega, firmaron un histórico acuerdo sobre la retransmisión de partidos, entre los que se incluyen encuentros de la selección nacional, por una cantidad de 10.000 millones de liras anuales (unos mil millones de pesetas).

El contrato tendrá una duración de cinco años y la RAI se compromete a mejorar los horarios en los que habitualmente ofrecía partidos de la Liga de baloncesto. Este contrato supone multiplicar por diez el contrato anterior. La diferencia, en la valoración económica de los partidos, entre el fútbol y el baloncesto es ahora de 1 a 10, cuando en el contrato anterior era de 1 a 60. La diferencia de audiencias entre el fútbol y el baloncesto, por término medio, es en Italia de 1 a 2,5.

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