Ballesteros recupera el segundo puesto en la clasificación mundial a costa de Lyle

El golfista español Severiano Ballesteros ha recuperado el segundo puesto en la clasificación mundial del trienio, con 1-364 puntos -el australiano Greg Norman tiene 1.414 y el escocés Sandy Lyle 1353- y se halla a un paso de igualar su récord de triunfos individuales en un solo año. En 1978 obtuvo siete y ahora ya lleva seis, los mismos que logró en 1977, 1985 y 1986 -desde 1976, en total, 55-. Su brillante momento contrasta con el de meses atrás, cuando su rostro expresaba ansiedad y crispación cada vez que usaba el putter. El estadounidense Curtis Strange llegó a comentar que el prob...

El golfista español Severiano Ballesteros ha recuperado el segundo puesto en la clasificación mundial del trienio, con 1-364 puntos -el australiano Greg Norman tiene 1.414 y el escocés Sandy Lyle 1353- y se halla a un paso de igualar su récord de triunfos individuales en un solo año. En 1978 obtuvo siete y ahora ya lleva seis, los mismos que logró en 1977, 1985 y 1986 -desde 1976, en total, 55-. Su brillante momento contrasta con el de meses atrás, cuando su rostro expresaba ansiedad y crispación cada vez que usaba el putter. El estadounidense Curtis Strange llegó a comentar que el problema principal de Sevvy era que ya no se divertía jugando.El regreso en julio a su campo talisman, el de Lytham & Saint Annes, fue providencial para Ballesteros. En 1979 había ganado en él su primer torneo grande, el Open Británico. Este certamen volvía nueve años después al mismo escenario y Severiano debió de sentirse rejuvenecido y con los dioses golfísticos de su lado. Para dejar mal a Strange, que le había proclamado "el mejor", pero con el hándicap de que ya no se divertía jugando, el pedreñero se relajó, bromeó con los niños, las ancianitas y hasta los trenes que silbaban por la vía contigua y, en definitiva, se reconcilió con su putter, con el que ya venía haciendo las paces desde pocas semanas antes al haber vencido en el trofeo neoyorquino de Harrison.

Su nueva victoria mayor, la que buscaba ansiosamente desde la conseguida en 1984 en el Masters de Augusta, despejó su mente. Así, sus cuatro comparecencias posteriores en el circuito europeo han concluido con tres triunfos más en el Open de Escandinavia, el Open de la República Federal de Alemania y, el pasado fin de semana, el parisiense Trofeo Lancôme- y una segunda plaza -en el Open de Suiza- Cuatro éxitos que se elevan a seis con el de Baleares, en -la primera competición del tour continental, y el de Harrison. únicamente en 1978, a sus 21 años, sumó uno más, siete -cuatro europeos, uno africano, otro norteamericano y otro japonés- Un récord que puede igualar e incluso superar en lo que resta de 1988.

Una perspectiva bien distinta a la de 1987, cuando rozó varios títulos -entre ellos, el Masters, que se le escapó en el desempate final ante el estadounidense Larry Mize, el vencedor, y Norman-, pero sólo asió uno, el de Cannes, con independencia de contribuir a que Europa derrotase a Estados Unidos en la Copa Ryder.

Cinco libras de apuesta

No es de extrañar, pues, que vaya por todas. El domingo, en Saint Nom la Breteche, ya tenía su cuarto Trofeo Lancóme en el bolsillo a falta de seis hoyos. Sin embargo, iba con dos golpes por encima del par del campo en ese último recorrido. Su caddie, el inglés lan Wright, que debutó con él en el Open Británico y parece que le da suerte, le apostó entonces cinco libras esterlinas a que no enjugaba esa desventaja. El estímulo dio resultado. Ballesteros lo hizo con sendos birdies en el 14 y el 18 y, sonriente, se apresuró a cobrar su dinero.Por supuesto, Severiano encabeza la clasificación de ganancias en el circuito europeo, en el que ha batido con muchísima holgura la plusmarca de 253.717 libras establecida por el pequeño galés lan Woosnam en 1987. Ya tiene 353.384, equivalentes a casi 74 millones y medio de pesetas. Le siguen el inglés Nick Faldo, con 53,7; José María Olazábal, ganador del Open de Bélgica, con 45; Woosnam, con 41,6; el zimbabuense Mark McNulty, con 32,4; Lyle, con 30,8; el inglés Mark James, con 29,1; el escocés Gordon Brand Jnr., con 24,9; José Rivero, vencedor en Montecarlo, con 24,5, y el norirlandés Ronan Rafferty, con 23,5.

Pero, además, Ballesteros acaba de recuperar el segundo lugar en la clasificación mundial del trienio. Sólo le precede Norman, con 1.414 puntos, en tanto que él contabiliza 1.364; Lyle, 1.353; Faldo, 1.023; Strange, 1.000; Woosnam, 883; los estadounidenses Ben Crenshaw y Paul Azinger 863 y 813, respectivamente; el alemán occidental Bernhard Langer, 786, y otro norteamericano, Lanny Wadkins, 767.