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Margaret Thatcher,

primera ministra británica no siempre se comporta como dama de hierro, como demostró en una recepción al arremangarse la falda y arrodillarse a recoger las gambas que una doncella había tirado al suelo. La anécdota la cuenta el can tante Cliff Richard, que asistía a un té ofrecido por Thatcher a músicos y cantantes y al que también asistían los príncipes de Gales, Carlos y Diana. El cantante cuenta como Thatcher abandonó rápidamente a la pareja real y ayudó a la camarera a le vantarse, a la que pidió que se calmase y se quedara en lacocina hasta que se hubiera repuesto tot...

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primera ministra británica no siempre se comporta como dama de hierro, como demostró en una recepción al arremangarse la falda y arrodillarse a recoger las gambas que una doncella había tirado al suelo. La anécdota la cuenta el can tante Cliff Richard, que asistía a un té ofrecido por Thatcher a músicos y cantantes y al que también asistían los príncipes de Gales, Carlos y Diana. El cantante cuenta como Thatcher abandonó rápidamente a la pareja real y ayudó a la camarera a le vantarse, a la que pidió que se calmase y se quedara en lacocina hasta que se hubiera repuesto totalmente. A continuación, según relata Richard, la primera minístra "se arremangó la falda, se puso de rodillas, recogió ella misma las gambas con mahonesa y limpió la moqueta".

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