Lewis gana su guerra psicológica con Johnson

El atleta estadounidense Carl Lewis logró ayer un golpe de efecto importante ante el canadiense Ben Johnson: sus 19.82 segundos en los 200 metros resultaron mejores que los 9.98 de su rival en los 100 Lewis no sólo mejoró su mejor marca mundial del año en los 200 sino que sigue teniendo la de los 100. Los gestos de ambos tras sus carreras fueron elocuentes. Johnson lanzó una maldición y Lewis dio una palmada de alegría. Era la primera vez que coincidían en 1988. En Sestrieres (Italia), a 2.050 metros de altitud, no establecieron récords, pero su guerra psicológica adquirió su mayor intensidad....

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El atleta estadounidense Carl Lewis logró ayer un golpe de efecto importante ante el canadiense Ben Johnson: sus 19.82 segundos en los 200 metros resultaron mejores que los 9.98 de su rival en los 100 Lewis no sólo mejoró su mejor marca mundial del año en los 200 sino que sigue teniendo la de los 100. Los gestos de ambos tras sus carreras fueron elocuentes. Johnson lanzó una maldición y Lewis dio una palmada de alegría. Era la primera vez que coincidían en 1988. En Sestrieres (Italia), a 2.050 metros de altitud, no establecieron récords, pero su guerra psicológica adquirió su mayor intensidad. "Voy a bajar de 9.78" dijo Johnson antes de entrar en la pista "Ganar valdrá más que cualquier discurso", replicó Lewis.

Sestrieres inauguró un complejo deportivo con una reunión estelar. El objetivo era establecer récords mundiales de velocidad aprovechando la altitud. Pero hubo dos circunstancias negativas: el programa fue por la mañana y la brisa de los Alpes impidió que la temperatura subiese de los 20 grados.Era la segunda vez que Johnson corría en altitud. Cuando no era nadie, hizo 10.25 segundos a 1.500 metros. En Sestrieres, más que el récord mundial, que ya es suyo, perseguía otro objetivo: encarar los Juegos Olímpicos como el atleta más rápido del año. Tenía que hacer 9.95 porque Leivis ya ha acreditado una centésima más. En su debú, el pasado fin de semana, el viento, superior a los dos metros por segundo, impidió que sus 9.90 resultaran válidos. En forma, pues, tenía al alcance su propósito, que no es otro que el de crear en Lewis la sensación de derrota antes de llegar a Seúl.

Johnson compitió como en los Mundiales de Roma 87, sin concesiones. Salió a la pista 38 minutos antes de la prueba -Lewis llevaba ya media hora recogiendo aclamaciones pese a que corría 40 minutos más tarde que él- y apenas se dejó ver. La actividad se paralizó en el estadio cuando se puso sobre los tacos. Se disponía a competir contra sí mismo. Su único adversario en el mundo, Lewis, permanecía indiferente en la diagonal contraria al punto de salida. Pero su actuación no fue satisfactoria porque él mismo, Smith, Hines, Lattany y el propio Lewls han corrido más rápido. Johnson dejó lejos a sus compañeros, pero no corrió tanto como para superar el registro con el que Lewis viajará a Seúl. Quedó tan contrariado Ben Johnson y Carl Lewis que no fue el hombre de hielo que, por no derrochar concentración, no permite escapar a sus sentimientos. Buscó con la mirada el cronómetro y, antes de que lo encontrase, lanzó una maldición; después, se agachó y mordió su cadena de oro. Le costó trabajo reaccionar para dar la vuelta de honor.

Lewis, antes de que le tocase el turno, había ganado así una batalla en su guerra psicológica con Johnson. Sólo tenía que demostrar, en los 200, que su forma es superior a la de 1987. Como referencia tenía los 19.92 segundos que consiguió entonces y los 19.99 que le situaban esta temporada como el mejor. Consiguió 19.82, un tiempo sólo superado en la historia por el plusmarquista mundial, el italiano Pietro Mennea, con 19.72 en México, y por el propio Lewis con 19.75.

A diferencia de Johnson, Lewis cruzó la meta, batió palmas con alegría y le faltó tiempo para saludar e iniciar una vuelta de honor cuidando todos los detalles, como el de detenerse frente al público que presenciaba las pruebas desde las colinas próximas al estadio. Era el campeón, el que alzaba los pulgares hacia el cielo. Su batalla para destruir psicológicamente a Johnson es ésa. No quiere entrar en el juego de éste, que ha dicho: "No tengo problemas para enfrentarme a Lewis. Es él quien me evita".

El norteamericano Roger Kingdom, campeón en Los Angeles 84, logró, con 12.97 segundos, ser el segundo atleta, tras su compatriota Nehemiah, que baja de los 13.00 en los 110 metros vallas, mientras que el británico Colin Jackson estableció el récord europeo en 13.11 -el francés Stephan Caristan tenía 13.20.-

Resultados principales

Hombres: 100 metros. Johnson (Canadá) 9.98 segundos. 110 vallas: Kingdom (EE UU) 12.97. 200: Lewis (EE UU), 19.82. 400: Everett (EE UU), 44.53. 400 vallas: Young (EE UU) 48.62. Longitud: Myrics (EE UU) 8,58 metros. Altura: Lott (EE UU), 2,3 1.

Mujeres. 100: Ashford (EE UU), 10.96. 100 vallas: Knabe (RDA), 1180. 400 vallas: Bush (RDA), 54.89.

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