Entrevista:

Villar: "Llego para servir al fútbol"

El nuevo presidente de la federación española no quiere promocionarse personalmente

Ángel María Villar, el nuevo presidente de la federación española, nacido hace 38 años frente a la catedral futbolística de San Mamés, asegura que llega al cargo para servir al fútbol y no para promocionarse. Más de la mitad de su corta vida, 25 años, la ha dedicado al fútbol, primero como jugador, y ahora como dirigente. Representa la alternativa de la mayoría de las federaciones territoriales después de que se distanciaran del anterior presidente, José Luis Roca.

Pregunta: Le han apoyado las federaciones territoriales más pequeñas, con menor número de representantes en el Pleno...

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Ángel María Villar, el nuevo presidente de la federación española, nacido hace 38 años frente a la catedral futbolística de San Mamés, asegura que llega al cargo para servir al fútbol y no para promocionarse. Más de la mitad de su corta vida, 25 años, la ha dedicado al fútbol, primero como jugador, y ahora como dirigente. Representa la alternativa de la mayoría de las federaciones territoriales después de que se distanciaran del anterior presidente, José Luis Roca.

Pregunta: Le han apoyado las federaciones territoriales más pequeñas, con menor número de representantes en el Pleno que elige al presidente. ¿Se considera por ello el representante de los débiles?Respuesta: Todas las federaciones territoriales son importantes y fuertes. Lo que sí puedo decir es que las federaciones territoriales, 21 en estos momentos en España, las más poderosas, como son Cataluña y Andalucía contaron con sus candidatos propios en estas elecciones, aunque después Manuel Meler, el de la primera de ellas, se retirara. Pero dispuse del apoyo de federaciones importantes en número, como la Gallega y Valenciana.

P: ¿Llevará a su junta de gobierno de la federación a su contrincante en las pasadas elecciones, Eduardo Herrera.?

R: Contaré con su alternativa siempre, porque es seria y firme, y por que está ahí. Pero decidiré en su día.

P: ¿Quiere promocionarse con la presidencia del fútbol?.

R: No. Llego para servir al fútbol.

P: ¿Haber sido futbolista supuso una ventaja para ganar estas elecciones?

R: Es una aportación mas a los conocimientos que tengo sobre este tema. El haber practicado el fútbol en todas sus categorías, desde infantil, juvenil, aficionado y hasta llegar a profesional, entiendo personalmente que me ha dado un bagaje equis para disponer de un mayor o menor conocimiento del fútbol.

Directivo de Roca

P: ¿Su estancia en la directiva de José Luis Roca, y el apoyo que le dio en su voto de censura, fue un paréntesis en su carrera deportiva como futbolista y como dirigente?

R: No. Soy consciente de que pertenecí a una junta directiva y, además, creo que el fútbol español ha tenido los mayores problemas y ha registrado una reestructuración importante en estos cuatro últimos años.

P: Se lo digo porque, como jugador, se le consideró crítico con el poder futbolístico establecido. Fue uno de los fundadores y vicepresidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), cuando a ésta se le catalogó como la oposición, y ahora parece retornar a ese estado crítico al romper con Roca y el continuismo que pudiese representar.

R: Se han roto los conceptos de lo que entonces era la federación española. La federación, entonces, lo quisiéramos o no, estaba dirigida por los equipos de elite, los de Primera División. Es así. En 1984 llegó otra clase de dirección a la casa federativa, porque la normativa la ha permitido y porque está ahí. La federación española, para mí, es una casa en la que tienen que entrar y tener cabida todos los estamentos del fútbol. Esta casa no debe tener ningún enfrentamiento entre la federación y la AFE, como tampoco con los árbitros ni con la Liga Profesional. Es la casa de todos. Creo que debe ser la casa que concilie y arbitre todos los problemas del fútbol español en todos los estamentos.

P: ¿Cómo se inició en la carrera directiva?

R: Un día estaba en casa. Me llama un señor y me dice: "Oye, Ángel, hay elecciones a la presidencia de la federación vizcaína y hemos pensado en tí. Quisiéramos hablar contigo". Dije que sí Me puse en contacto con este señor, que encabezó un grupo de personas, que representaban a unos 30 clubes. Le pedí 10 o 12 días para pensar. En ese tiempo decidí ir adelante y, ahora estoy aquí.

P: ¿Ha cambiado de banda de futbolista a dirigente?

R: No. Eso no es un cambio Creo que es un complemento. La dirección de una federación como la vizcaína, donde están representados todos los estamentos del fútbol, con su contraposición de intereses, no supone un cambio de banda. Es comprender más al fútbol desde un punto de vista integral. El fútbol no son sólo jugadores, como tampoco los clubes. Hay árbitros, entrenadores, infraestructura de campos....

P: No fue un jugador brillante ¿como dirigente sí le gustaría serlo?.

R: Si de mí se tiene esa calificación, la respeto...

P: Bueno, quiero decir técnico, artístico...

R: Sigo respetando esos criterios, pero jugué durante 11 años en un equipo de elite como el Athlétic de Bilbao, en el que disputé todos los años unos 50 partidos. No puedo decir que fuese un gran técnico. Fui un hombre importante de equipo, y después lo demostré en la sensación española, porque, cuando hubo partidos importantes de competición, no así los amistosos, me llamaron siempre para jugar.

P: No le han planteado en su campaña electoral el origen de su tierra, la condición de vasco.

R: Mi tierra está ahí. Soy vasco, y punto. Esa condición no me ha creado problemas ni obstáculo alguno. No tienen por qué plantear mi origen vasco. No sé por qué tendrían que sacarlo.

P: ¿Por qué le rechazaron en la cantera del Athlétic y después le repescaron?.

R: Porque quizás en mi historial deportivo vieron unas circunstancias que no valían para el primer equipo por mis condiciones físicas. Después rectificaron inmediatamente. Al año y medio volví al Athletic.

P: Fue uno de los jugadores más queridos por Ladislao Kubala.

R: Siempre que me seleccionó, jugué el partido para el que fuí convocado.

P: Pero dicen que le llamaba porque no perdía el balón, porque no le importaba lanzarlo hacia atrás.

R: Sí. Pudo ser por eso.

Químicas y Derecho

P: Empezó a estudiar la carrera de Químicas ¿Por qué cambió después por la de Derecho?.

R: Empecé a estudiar químicas con 19 años y, entonces, fue cuando el Athletic me fichó corno profesional y dejé los estudios. Estuve cuatro años sin hacer nada, porque, en esos primeros años, no pude compaginar los estudios y el fútbol. Jugaba todos los partidos. Tuve un lapsus total. Era joven; el Athletic y tal..., ya sabe. A los 23 años me planteé: "Tengo fuerza de voluntad para estudiar una carrera". Y, entonces, en la rama de carreras que ví, escogí la de derecho porque te da unos conocimientos de esta vida que te sirven para muchas cosas. Me apasionaba ya entonces el derecho y la profesión de abogado. Y hasta aquí he llegado. Estoy en un despacho profesional, con varios compañeros, y tratamos cuestiones civíles, laborales y mercantiles. Ahora dejaré este despacho y esta proflesión para dedicarme en exclusiva a la presidencia de la federación española de fútbol.

P: ¿Usa lentillas ?

R: Sí. Ya jugué con ellas en el Athlétic.

P: Tengo entendido que sus pies no son demasiados grandes

R: Bueno, calzo un 38.

El hijo de un obrero

J. J. P. Villar se emociona con facilidad cuando se le reeconocen en él las virtudes de su padre, un hombre ya jubilado de 73 años. No se recata en confesar que le ha servido de ejemplo de laboriosidad, honradez y lealtad. El nuevo presidente de la federación, cuando le preguntaron qué le han dicho sus padres por su nuevo cargo, señaló que son ya mayores para comprender estas cosas.

Pegunta: Demuestra un gran cariño a su padre, al que recuerda como un ejemplo.

Respuesta: Mi padre, un empleado normal y corriente que trabajó durante bastantes años en una fábrica de tejas, y, después, de coinisionista de materiales de construcción, me enseñó sobre todo la lealtad.

P: Habla emocionado y orgulloso de su padre.

R: Sí, por supuesto. La mayor, satisfación que me pueden dar es que r-ie digan que mi padre fue un hombre recto, cumplidor, un.gran trabajador.

P: Y eso se aprende.

R: Bueno, en casa lo ves. Tenemos que aprender de las personas mayores y más cuando convives en una familia con una persona que te ha educado, te ha dado el ser, de comer. Somos una familia humilde. Mi padre siempre ha sido muy trabajador.

Su mancha deportiva, la bofetada a Cruyff

J. J. P. El nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol asegura tener una sola mancha en su expediente como jugador profesional del Athlétic: se atrevió a agredir a uno de los jugadores extranjeros más famosos e importantes que han llegado hasta ahora a España: Johan Cruyff, el jugador holandés que brilló con luz propia en el Barcelona, equipo del que se ha convertido en entrenador a partir de esta temporada. Villar, apenas transcurridos cinco minutos de su acción, se arrepintió de ella. Reconoció de inmediato su mal comportamiento, y antes de que el árbitro del partido, el madrileño Soto Montesinos, le mostrara la tarjeta roja de la expulsión, dirigió ya sus pasos hacia los vestuarios. Un gesto que consiguió borrar en parte este negro capítulo.

Pregunta. La que pudo ser su gran mancha deportiva como jugador se redujo en parte al abandonar el terreno de juego antes de que le expulsasen de un campo de fútbol por dar un sopapo a Cruyff, entonces jugador del Barcelona.

Respuesta. Sí, así fue. Agredí a Cruyff en un partido Athlétic-Barcelona, que además fue retransmitido en directo por Televisión Española. ¿Por qué? Porque en medio del campo de San Mamés me hizo una entrada peligrosa. Casi me rompe la tibia y el peroné. Me destrozó la espinillera. Casi inmediatameente después, al sacar el Barcelona una falta, me puse delante del balón y moví el cuerpo para uno y otro lado, y en esa acción Cruyff me dio con el codo en la cara, e instintivamente, pum, le respondí con una bofetada. Vi que el árbitro había observado cuanto sucedió y me marché del campo, a los vestuarios, antes de que me enseñara la tarjeta roja de la expulsión.

P. ¿Se autosancionó y se autoexpulsó.

R. Sí, porque no fue de recibo mi acción. Lo reconocí entonces y lo reconozco ahora.

Un precio caro

P. ¿Le costó demasiado cara esa expulsión?

R. Sí, cuatro partidos de suspensión y una sanción económica importante. El Athlétic me puso una sanción económica de 150.000 pesetas de las de entonces, hace más de 10 años.

P. ¿Le vio su mujer, que estuvo en el campo?

R. Me vio mi novia, hoy mi mujer, porque entonces no estaba casado. No me dijo nada, porque cinco minutos después de la acción, cuando el agua fría de la ducha me cayó sobre el cuerpo, ya me había arrepentido. Le pedí perdón a Cruyff. No me dijo nada más que eran cosas del fútbol. Solamente me expulsaron de un terreno de juego en esa ocasión.

P. ¿No se planteó salir como futbolista del País Vasco? ¿Ningún club intentó contratarle?

R. Sí, el Mallorca, pero no llegamos a un acuerdo. No es que no quisiese salir de mi tierra. Tenía que plantearme mi futuro, y solicité un adelanto, porque quería una garantía de cobro. Además, en la cantidad a percibir también hubo una diferencia, y dije que prefería dejar el fútbol.

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