El Real Madrid, campeón por penaltis de la Copa de juveniles

El Real Madrid se proclamó ayer campeón de la Copa del Rey de juveniles al ser más certero que el Barcelona en los penaltis con los que, convencionalmente, se resuelven las igualadas. Sánchez Jara y Javi fueron los azulgrana que tuvieron la mala fortuna de fallar sus tiros, mientras que el capitán madridista, Sastre, fue quien marcó el cuarto para su equipo, con lo que aseguraba su triunfo.El equilibrio fue la tónica imperante a lo largo del encuentro en sí y su prórroga. En cualquier caso, los primeros minutos conocieron cierto dominio del Real Madrid, que, gracias sobre todo a la rapidez de ...

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El Real Madrid se proclamó ayer campeón de la Copa del Rey de juveniles al ser más certero que el Barcelona en los penaltis con los que, convencionalmente, se resuelven las igualadas. Sánchez Jara y Javi fueron los azulgrana que tuvieron la mala fortuna de fallar sus tiros, mientras que el capitán madridista, Sastre, fue quien marcó el cuarto para su equipo, con lo que aseguraba su triunfo.El equilibrio fue la tónica imperante a lo largo del encuentro en sí y su prórroga. En cualquier caso, los primeros minutos conocieron cierto dominio del Real Madrid, que, gracias sobre todo a la rapidez de sus dos extremos, Alonso y Morán, hizo pasar por momentos muy apurados a la defensa del Barcelona. Lo paradójico fue, sin embargo, que el conjunto azulgrana se adelantó en el marcador. Una buena internada de Emilio fue culminada por Sánchez Jara con un cabezazo que Cañizares no pudo detener. A partir de ese instante, el Barça se movió con más soltura que el Madrid. Pero quiso la contradicción que Águila estableciese el empate aprovechándose de la fatalidad de Alex, que pretendió despejar el balón de su área y lo que hizo fue facilitar el remate a su rival.

En la segunda parte y el período extra la calidad del juego fue disminuyendo a medida que el cansancio pesaba en las piernas de los jóvenes jugadores. Las acciones de unos y otros ya no eran tan fluidas y el espectáculo se convirtió en vulgar y monótono. La emoción de los penaltis devolvió el tono a la contienda.

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