GOLF

Los norteamericanos temen un triunfo 'extranjero' en el Campeonato de EE UU

La 88ª edición del Campeonato abierto de Estados Unidos comienza a disputarse hoy en The Country Club, de Brookline (Massachusetts). Entre los 156 golfistas inscritos, la mayor parte norteamericanos, tres extranjeros se han situado en la primera línea de los pronósticos: Severiano Ballesteros, ganador en el torneo inmediatamente anterior del tour USA; el escocés Sandy Lyle, vencedor del último Masters de Augusta (Georgia), y el australiano Greg Norman, líder de la clasificación mundial

Desde la victoria del surafricano Gary Player, en 1965, hasta la del australiano David Graham, en 1981...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La 88ª edición del Campeonato abierto de Estados Unidos comienza a disputarse hoy en The Country Club, de Brookline (Massachusetts). Entre los 156 golfistas inscritos, la mayor parte norteamericanos, tres extranjeros se han situado en la primera línea de los pronósticos: Severiano Ballesteros, ganador en el torneo inmediatamente anterior del tour USA; el escocés Sandy Lyle, vencedor del último Masters de Augusta (Georgia), y el australiano Greg Norman, líder de la clasificación mundial

Desde la victoria del surafricano Gary Player, en 1965, hasta la del australiano David Graham, en 1981, transcurrieron tres lustros de hegemonía estadounidense en esta competición. Los aficionados norteamericanos temen que ahora no se llegue al decenio. La amenaza extranjera se centra en Norman, que ya forzó el desempate, adverso, con el local Fuzzy Zoeller en 1984; Lyle, cuyo juego agresivo se destaca, y Ballesteros, triunfador en Harrison (Nueva York) y empeñado en anotar en su palmarés uno de los dos certámenes mayores que le faltan -el otro es el de la PGA americana-.Del trío, el escocés era el candidato número 1. Y es que a su gran temporada estadounidense, con tres títulos y casi 70 millones de pesetas de ganancias, había añadido recientemente su éxito en el Masters Británico, en Woburn (Reino Unido), con el texano Lee Treviño como cronista de excepción. Este cincuentón, que se impuso en el Campeonato de Estados Unidos en 1968 y 1971, goza de carisma entre sus compatriotas y sus opiniones son respetadas. Así, impresionó que, tras jugar con Lyle en esa cita europea, declarase que era una lástima que en Brookline no pudiera ser su caddie, pues creía que ganaría más dinero con su porcentaje como tal que con sus propios palos. Un piropo significativo.

Pero Ballesteros quiere recuperar el protagonismo perdido. Además, ha derrotado a Norman en el play off de Harrison y recibido el espaldarazo psicológico de que la prestigiosa revista norteamericana Golf Magazine le haya nombrado el mejor jugador de la historia en salir airosamente de las posiciones más comprometidas. Quizá por ello discrepa de Lyle al analizar el recorrido. Mientras que éste califica las calles de estrechas y el rough de muy tupido, él afirma: "No es tan difícil como otras veces".

Archivado En