FINAL DE LA COPA DE EUROPA

El delantero portugués Rui Aguas ha recogido el relevo de su padre

Ha pasado más de un cuarto de siglo desde que el Benfica birló dos Copas de Europa a barcelonistas y madridistas. En ambas finales José Aguas se anotó el primer tanto portugués. Si los cuentos de hadas valiesen en el fútbol, su hijo Rui Aguas marcaría hoy el primer tanto al PSV Eindhoven en la final de la Copa de Europa. Es que hablar del Benfica es hablar de antepasados. Entre dos Aguas, el club lisboeta no ha mojado a nivel continental, pero ha mantenido su autoridad doméstica hasta contabilizar 27 Ligas y 21 Copas.

En la última de sus cinco finales en Copa de Europa, Eusebio, Tor...

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Ha pasado más de un cuarto de siglo desde que el Benfica birló dos Copas de Europa a barcelonistas y madridistas. En ambas finales José Aguas se anotó el primer tanto portugués. Si los cuentos de hadas valiesen en el fútbol, su hijo Rui Aguas marcaría hoy el primer tanto al PSV Eindhoven en la final de la Copa de Europa. Es que hablar del Benfica es hablar de antepasados. Entre dos Aguas, el club lisboeta no ha mojado a nivel continental, pero ha mantenido su autoridad doméstica hasta contabilizar 27 Ligas y 21 Copas.

En la última de sus cinco finales en Copa de Europa, Eusebio, Torres, Coluna y compañía hicieron un gran partido frente al Manchester United en Wembley, pero acabaron perdiendo por 4-1 en la prórroga. De esto hace 20 años. Su sexta arremetida contra la Copa de Europa es el milagro que puede salvar una temporada insuficiente. En la Liga portuguesa ha necesitado prismáticos para ver al Oporto campeón. Y el técnico Ebbe Skovdalil, fichado al Brondby danés el verano pasado, fue devuelto a su procedencia antes de Navidades. En una reunión de emergencia, el presidente Joâo Santos y su junta decidieron nombrar provisionalmente a Antonio Oliveira, Toni, y de esta forma accidental dieron el golpe maestro al timón de una nave a la deriva.Puede ser significativo que Toni, de 40 años, tenga puntos en común con Artur Jorge, el técnico del Oporto campeón de la pasada edición. Ambos estudiaron en Coimbra. Ambos llegaron a jugar en el Académica. Ambos fueron al extranjero para realizar sus cursos de entrenador (Jorge a Leipzig, Toni a Vichy). Ambos dominan varios idiomas. Y rivalizan hasta en la densidad de sus bigotes.

Además, Toni cogió la batuta del Benfica respaldado por las experiencias asimiladas al lado de dos entrenadores húngaros (Lajos Baroti y Pal Csernal), el sueco Sven-Goran Eriksson, el yugoslavo Ivic, el inglés Mortimore y -brevemente- el danés Skovdahl, que pecó de querer defender en línea y que, en un club históricamente arrollador, se preocupaba en exceso de las virtudes de los equipos rivales.

Un equipo compensado

Lo de Toni ha sido ordenar y aprovechar la buena materia prima existente en la plantilla de los rojos. Las garras más afiladas de los águilas están en una defensa que ha encajado un solitario gol en la competición europea (en el campo del Anderlecht) y que, pese a su decepcionante campaña, sólo ha recibido 19 en toda la Liga. El portero Silvino aprovechó su gran oportunidad cuando el legendario Bento, de 39 años, se rompió una pierna en México, y con los partidos ha ganado en seguridad y autoridad. Al igual que el Oporto, el Benfica cuenta con dos laterales rápidos y ofensivos, Veloso y Álvaro, mientras el corazón de la defensa tiene sus pasos marcados por el líbero Dito y el central Mozer, un gigante brasileño competente en defensa y peligroso cuando se va al ataque, sobre todo en las jugadas a balón parado.A Toni le sobran riquezas en el centro del campo. Eizo, otro brasileño crea juego en la parcela céntrica, y se ha convertido en una de las figuras del equipo.

Actúan en la delantera roja el sueco Mats Magnusson al lado de Rui Aguas, uno de los nombres más susurrados en los pasillos del mercado europeo.

Koeman y sus compañeros del PSV parten como claros favoritos ante el Benfica tras eliminar al Madrid. Pero hace exactamente un año se dijo lo mismo cuando el Bayern Múnich preparó su final contra el Oporto.

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