FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN

El Atlético se impuso en el último cuarto de hora, al entrar en juego Marcos y López Ufarte

El Atlético de Madrid salvó en Las Gaunas la campaña del norte. El equipo del técnico argentino César Luis Menotti no se atascó esta vez en el barro, aunque vivió momentos difíciles en el primer período, cuando el Logroñés conservaba el aliento y el equilibrio, lo que le permitió forjar diversas oportunidades. En la continuación, la escuadra madrileña impuso el superior criterio futbolístico de sus jugadores, que terminaron por hilar un puñado de jugadas espectaculares en los minutos postreros, cuando entraron en juego López Ufarte y Marcos, autor precisamente del primer gol de su equipo.El pa...

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El Atlético de Madrid salvó en Las Gaunas la campaña del norte. El equipo del técnico argentino César Luis Menotti no se atascó esta vez en el barro, aunque vivió momentos difíciles en el primer período, cuando el Logroñés conservaba el aliento y el equilibrio, lo que le permitió forjar diversas oportunidades. En la continuación, la escuadra madrileña impuso el superior criterio futbolístico de sus jugadores, que terminaron por hilar un puñado de jugadas espectaculares en los minutos postreros, cuando entraron en juego López Ufarte y Marcos, autor precisamente del primer gol de su equipo.El partido requería viejos modos: patada al cuero y rapidez en el desmarque. Filigranas, las menos. El campo estaba embarrado en algunas zonas y anegado en otras. Nada invitaba al pasecito y el regate, aunque el Atlético de Madrid no lo viera así en la primera parte, empeñados los más exquisitos pupilos de Menotti en lucir sus habilidades a lo ancho, en el medio campo.

En estas condiciones, el Logroñés sacaba cabeza. El fangal era terreno propicio para fajadores como Chiri, Nadal o Casimiro, que lograron contrarrestar la clase de los rivales. La gente del Logroñés no tiene un sentido estético del trabajo: agachan la cabeza y corren. Así se ganan su honrado jornal, al menos mientras les duran las fuerzas.

Pero en la segunda parte los jugadores del Logroñés parecían monolíticos, tan ágiles como estatuas. Bastó que el centro del, campo del Atlético de Madrid moviera con rapidez y sentido la pelota para que el Logroñés entregara el partido. Mediada la segunda mitad, la superioridad de la escuadra de Menotti era abrumadura en todos los aspectos. Así lo vieron todos y también el argentino, que rápidamente incrustó a López Ufarte y Marcos en la vanguardia.

Marcos, de natural alocado, se mostró esta vez rápido y muy certero. Primero largó un zapatazo que sacó Pérez a duras penas y poco después se zafó con buen estilo de la reblandecida zaga riojana -recibió de espaldas, engañó al zaguero, salió como un tiro y superó a Pérez

El gol cerró cualquier posibilidad para los locales, que tuvieron que soportar la pequeña traca final madrileña. De repente, López Ufarte, Alemáo, Futre y Julio Salinas sacaron su arsenal de regates, paredes y taconazos. Abatido definitivamente el Logroñés, los últimos minutos sólo dejaron ver un equipo, el Atlético de Madrid, que cerró la contienda con un magnífico gol de Julio Salinas, que atraviesa un buen momento de juego y culminó uno de esos contragolpes que hacen célebres a jugadores como el portugués Futre y López Ufarte, que se caracterizan por ser todo ingenio e intuición.

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