El congreso socialista regulará una relación permanente entre los secretarios regionales y Felipe González

El 31º Congreso Federal del PSOE, que comienza mañana, incorporará a los estatutos del partido la celebración de reuniones periódicas de los secretarios regionales con el secretario general del PSOE, pero descartará definitivamente la presencia de los secretarios regionales en la comisión ejecutiva, según fuentes de la actual dirección. La reforma incluirá la pertenencia a la ejecutiva federal del presidente del grupo parlamentario, y también se prevé un vivo debate en torno a las incompatibilidades de cargos dentro del partido.

Las reuniones periódicas de la dirección con los secretari...

El 31º Congreso Federal del PSOE, que comienza mañana, incorporará a los estatutos del partido la celebración de reuniones periódicas de los secretarios regionales con el secretario general del PSOE, pero descartará definitivamente la presencia de los secretarios regionales en la comisión ejecutiva, según fuentes de la actual dirección. La reforma incluirá la pertenencia a la ejecutiva federal del presidente del grupo parlamentario, y también se prevé un vivo debate en torno a las incompatibilidades de cargos dentro del partido.

Las reuniones periódicas de la dirección con los secretarios regionales serán la solución más probable a una larga polémica, en que los líderes de las organizaciones territoriales han pugnado por participar con mayor regularidad en la dirección del partido. Dichos dirigentes tienen un poder interno considerable, ya que el PSOE es un partido de base territorial, y por tanto los responsables de las federaciones son los únicos que pueden condiciortar el poder del secretario general.La comisión ejecutiva actual, que cuenta con 17 personas, será ampliada hasta un mínimo de 23 personas y un máximo de 25. Esta ampliación, unida a la posible baja en la ejecutiva de varios de sus miembros actuales, es el margen con el que Felipe González cuenta para proporcionar una cierta imagen de renovación.

Las consultas que se llevan a cabo para la formación del nuevo equipo dirigente están guiadas por cuatro criterios. El primero es incrementar el número de mujeres, en coherencia con la tendencia general en el PSOE de favorecer la participación femenina en todos los niveles. Una de las personas cuya incorporación se da por segura es Carmen Hermosín, hasta ahora adjunta de Txiki Benegas en la secretaría de Organización, antigua colaboradora de Felipe González y Alfonso Guerra desde la clandestinidad y esposa de Luís Yáñez.

El segundo criterio es la inclusión de miembros de federaciones territoriales, que no serán los secretarios regionales. En tercer lugar, se estudia la incorporación de políticos de prestigio, entre los cuales no se descarta algún miembro del Gobierno. Por último, y salvo cambios de última hora, se mantiene el núcleo estable de la ejecutiva actual, donde figuran José María Benegas, Guillermo Galeote, Francisco Fernández Marugán, José Luis Corcuera,Alejandro Cercas, Elena Flores y Enrique Múgica, si bien es probable que algunos desempeñen responsabilidades distintas a las actuales.

El congreso regulará también la asistencia del presidente del Grupo Parlamentario Socialista a las reuniones de la ejecutiva. El actual presidente, Eduardo Martín Toval, participaba en estas reuniones en calidad de invitado.

A pesar del extendido sentimiento en contra de compatibilizar cargos, el secretario general, Felipe González, querría contar en la ejecutiva con algunos ministros, entre otros José María Maravall, titular de Educación, y quizá Javier Solana, ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, en principio para ocupar vocalías.

Felipe González apuntó algunas líneas de su pensamiento en torno a la nueva ejecutivá y a la composición del comité federal en el almuerzo de despedida que celebró la pasada semanacon los integrantes de la actual ejecutiva. Según varios de los asistentes consultados, González dijo con claridad que la ejecutiva tendría que ampliarse y recomendó que se respetara en lo posible las incompatibilidades de tal manera que las federaciones no propusieran a personas que tienen importantes responsabilidades en el partido. La idea de que "necesariamente" varios de los comensales no estarían en la nueva ejecutiva fue captada con toda nitidez, así como que el secretario de organización, Txiki Benegas, cuenta con toda la confianza de Felipe González.

Según los mismos portavoces en los prolegómenos de este congreso se aprecia un elemento absolutamente nuevo: González ha encargado a Benegas las conversaciones con los responsables de distintas federaciones para conocer sus ideas en torno a la composición de la ejecutiva. "A quien Benegas le diga que va a ser de la ejecutiva ya sabe en el futuro a quien tiene que rendir cuentas", dijo un miembro de la actual dirección. Otros dirigentes consideran estas consultas como "exploratorias" y reconocen que González se reserva la última decisión.