Crítica:'MORBO'

Llegar al gran público

Aoom no llegó a estrenarse, fue la estocada definitiva. Antes, con Ditirambo y El extraño caso del doctor Fausto, habíamos brindado por la aparición en nuestro panorama cinematográfico de una voz propia y un temperamento de hierro, así bautizadas precisamente sus películas por él mismo, por Gonzalo Suárez. Pero esa línea no podía durar, so pena de quedarse en el ostracismo más salvaje, y el cineasta, sin dejar su discurso personal quiso llegar al gran público. Morbo fue la apuesta.La ganó. Consiguió un respetable éxito, en parte debido a que el título de la p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Aoom no llegó a estrenarse, fue la estocada definitiva. Antes, con Ditirambo y El extraño caso del doctor Fausto, habíamos brindado por la aparición en nuestro panorama cinematográfico de una voz propia y un temperamento de hierro, así bautizadas precisamente sus películas por él mismo, por Gonzalo Suárez. Pero esa línea no podía durar, so pena de quedarse en el ostracismo más salvaje, y el cineasta, sin dejar su discurso personal quiso llegar al gran público. Morbo fue la apuesta.La ganó. Consiguió un respetable éxito, en parte debido a que el título de la película, su significado, se adueñó del espectador, en el anhelo colectivo, propio de los tiempos que corrían, por acceder a una historia cerrada, y pasablemente hechizada, sobre el mundo de la pareja, aislada en un remolque entre bellos parajes y crisis de entendimiento.

Morbo, a las 22.15, por TVE-2.

Archivado En