NECROLÓGICAS

Álvaro Fernández, párroco de Abres

Álvaro Fernández, el sacerdote más viejo del mundo en ejercicio, falleció ayer, a los 107 años de edad, en su parroquia de Santiago de Abres, en Vegadeo (Asturias).Álvaro Fernández se sintió indispuesto el 28 de diciembre pasado, después de celebrar misa. Los médicos que le atendieron le diagnosticaron un desgaste preocupante. Desde entonces ha permanecido en cama rezando. Don Álvaro, como le conocían sus parroquianos, había nacido en 1880 en el concejo asturiano de Coaña. Estudió teología en Sevilla, filosofía en Mondoñedo y latín en Navia. Se ordenó sacerdote en 1906. Desde 1920 era el titul...

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Álvaro Fernández, el sacerdote más viejo del mundo en ejercicio, falleció ayer, a los 107 años de edad, en su parroquia de Santiago de Abres, en Vegadeo (Asturias).Álvaro Fernández se sintió indispuesto el 28 de diciembre pasado, después de celebrar misa. Los médicos que le atendieron le diagnosticaron un desgaste preocupante. Desde entonces ha permanecido en cama rezando. Don Álvaro, como le conocían sus parroquianos, había nacido en 1880 en el concejo asturiano de Coaña. Estudió teología en Sevilla, filosofía en Mondoñedo y latín en Navia. Se ordenó sacerdote en 1906. Desde 1920 era el titular de las parroquias de Santiago de Abres y Guiar, en Asturias, y Ría de Abres. Ya centenario, siguió ejerciendo su ministerio a uno y otro lado del río Eo. El 8 de diciembre pasado celebró su 107º aniversario rodeado por sus familiares y amigos. Por la mañana, confesó a sus feligreses, celebró misa, salió de procesión y rezó cinco rosarios como cualquier otro día.

Recientemente declaró: "Mi longevidad no tiene mayor secreto. Siempre he sido hombre y medio de fuerza. Echando un pulso no tenía rival y en mi juventud era capaz de levantar 50 kilos con los dientes. No he tenido vicios: ni fumar ni beber. Sólo jugar a los bolos, y a eso ganaba siempre".

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