Las asambleas del PVN apoyan por unanimidad la reelección de Arzalluz
Xabier Arzalluz, actual presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), ha conseguido el respaldo unánime de las cuatro asambleas regionales del partido, reunidas ayer en Alava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, para seguir al frente de la formación nacionalista durante cuatro años. Su elección formal está prevista el próximo día 9, en el curso de una asamblea nacional que se celebrará en el teatro Arriaga de Bilbao, pero los delegados de las cuatro provincias le han designado ya candidato único a la presidencia.
La designación de Arzalluz para su reelección culmina un proceso de varios me...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Xabier Arzalluz, actual presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), ha conseguido el respaldo unánime de las cuatro asambleas regionales del partido, reunidas ayer en Alava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, para seguir al frente de la formación nacionalista durante cuatro años. Su elección formal está prevista el próximo día 9, en el curso de una asamblea nacional que se celebrará en el teatro Arriaga de Bilbao, pero los delegados de las cuatro provincias le han designado ya candidato único a la presidencia.
La designación de Arzalluz para su reelección culmina un proceso de varios meses de reuniones y asambleas en las que el PNV ha intentado renovar la expresión de su filosofia y sus objetivos políticos con el ambicioso objetivo de definir el nacionalismo vasco del año 2000. El partido también ha modificado su organización para dotarla de mayor agilidad y eficacia.La renovación del PNV es la última consecuencia del trauma desencadenado por la ruptura del partido, en septiembre de 1986, y el nacimiento de Eusko Alkartasuna (EA), nueva formación política nacionalista dirigida por el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea.
Parte de las cuestiones de organización interna sometidas a debate fueron objeto de polémica y enfrentamiento entre los dos sectores del partido antes de que se produjera la escisión.
En el terreno de la línea política, el principal esfuerzo se ha orientado a adaptar el talante del partido a la nueva situación derivada de la pérdida de la hegemonía electoral, que ha obligado al Partido Nacionalista Vasco a gobernar en coalición con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) y a diferenciar con mayor claridad sus aspiraciones finales de los ob . etivos de un Ejecutivo cuyo principal problema consiste en mantener la estabilidad institucional por encima de las diferencias entre los dos socios del Gobierno.
Imprescindible
La continuidad de Arzalluz en la presidencia era considerada imprescindible por todos los sectores del partido. Su carisma personal y su capacidad de liderazgo parecen necesarios para tratar de mantener en el futuro un papel importante en la política vasca. No obstante, algunos núcleos del PNV que le han dado su apoyo en esta ocasión señalan que su mandato no debe prolongarse porque haría imposible la convergencia a medio plazo con EA, único camino para recuperar la mayoría en las urrias y la posibilidad de gobierno en solitario en Euskadi.La nueva ejecutiva nacional estará integrada por 13 personas, de las que ocho más el presidente son elegidas directamente por la asamblea nacional y las otras cuatro tienen el carácter de miembros natos y son los presidentes de las ejecutivas provinciales del partido.
Entre las funciones de la ejecutiva nacional se encuentrala ejecución de los acuerdos adoptados por la asamblea nacíonal, la administración del partido y la aprobación de los programas electorales.
Hasta ahora la ejecutiva nacional estaba formada por tres representantes de cada una de las cuatro provincias de las comunidades autónomas vasca y navarra. El presidente era designado por los miembros de la ejecutiva.
La elección de los apoderados en la asamblea nacional, que fiscaliza la actuación de la ejecutiva y define la línea política, también ha sufrido modificaciones. Su carácter confederal queda corregido por un sistema proporcional que en la actual situación del partido opera en beneficio de Vizcaya, cuya representación es muy superior a la de las restantes provincias.