GENTE

Tom Willis,

vicario de la localidad británica de Bridlington ha liberado, por medio de un exorcismo, al barco pesquero Pickering de un espíritu que había surnido en la miseria a su tripulación. La histona empezo cuando un funcionarío de la Seguridad Social fue a investigar las razones de por qué el barco estaba siempre fuera de servicio. El capitán, Derek Gates, y sus cinco tripulantes le contaron los extraños fenómenos que ocurrían en el Pickering, entre ellos, luces que, se encendían y se apagaban sin que nadie las accionara y el hecho de que el timón girase solo habitualmente. Los ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

vicario de la localidad británica de Bridlington ha liberado, por medio de un exorcismo, al barco pesquero Pickering de un espíritu que había surnido en la miseria a su tripulación. La histona empezo cuando un funcionarío de la Seguridad Social fue a investigar las razones de por qué el barco estaba siempre fuera de servicio. El capitán, Derek Gates, y sus cinco tripulantes le contaron los extraños fenómenos que ocurrían en el Pickering, entre ellos, luces que, se encendían y se apagaban sin que nadie las accionara y el hecho de que el timón girase solo habitualmente. Los pescadores hablaron también de que el sistema de radar se estropeaba siempre a la misma hora, las 13.30, y de que alguna vez vieron una figura fantasmal en el puente. Decidieron en común llamar al vicario. Antes de rociar el barco con agua bendita y conminar al espíritu al abandono de la nave, Willis estudió la historia del Pickering y descubrió que hace varios años, cuando el barco estaba matriculado en Irlanda, un hombre murió a bordo y su cadáver nunca se encontró.

Archivado En