Crítica:'VIERNES 13'

Viernes y 13 se escribe con hacha

Hoy es viernes y 13 en el calendario y Televisión Española lo festeja con Viernes 13, la primera en la frente de una serie que ya lleva cinco capítulos y no tiene visos de acabar.Ésta, dirigida por Sean S. Cunningham en 1980, marca el espacio y sus duendes: Crystal Lake, un campamento al que acuden jóvenes excursionistas, la mayoría de los cuales, de tan tópicos, casi merecen la suerte que correrán. ¿Qué suerte? La de un espectro, Jason, que en forma de enloquecido pulula por ahí desde tiempo atrás y cuya mayor especialidad es la de rebanar cuerpos tiernecitos y pegar sustos al respetab...

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Hoy es viernes y 13 en el calendario y Televisión Española lo festeja con Viernes 13, la primera en la frente de una serie que ya lleva cinco capítulos y no tiene visos de acabar.Ésta, dirigida por Sean S. Cunningham en 1980, marca el espacio y sus duendes: Crystal Lake, un campamento al que acuden jóvenes excursionistas, la mayoría de los cuales, de tan tópicos, casi merecen la suerte que correrán. ¿Qué suerte? La de un espectro, Jason, que en forma de enloquecido pulula por ahí desde tiempo atrás y cuya mayor especialidad es la de rebanar cuerpos tiernecitos y pegar sustos al respetable. Ese es el todo de Viernes 13 y de sus secuelas: un cuchillo sale por la garganta mientras duermes por la noche en tu litera, te degüellan cuando de noche paseas por el bosque, vas a contentar a tu naturaleza al excusado y un hacha te parte literalmente la cara... Y así.

Como no hay nada más ni nada mejor que esto en Viernes 13, allá cada cual con su conciencia. El arte del voyeurismo, tan noble desde Dziga Vertov a François Truffaut, tiene ahí otro nombre: el sadismo, que al no ir condimentado con especias que trasciendan la palabra (las de Hooper o Raimi, por ejemplo) queda en la nada.

Viernes 13 se emite hoy, a las 22.30, por TVE-1.

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