Barcelona- Atlético se suspendió con empate a uno en el minuto 70 de partido

El cielo anunció anoche de forma espectacular que también está contra Josep Lluís Núñez. No sólo lanzó agua por un tubo, sino que forzó la suspensión del encuentro, lo que puede provocar una nueva derrota barcelonista ya que el conjunto de Luis Aragonés siguió mostrándose desconcertado, falto de fuerza física y sin ideas. El Atlético, que controló el encuentro mientras el campo estuvo practicable, siguió luchando con ganas pese a encajar el gol y recibió como premio otro penalti a lo Zubizarreta, aunque el portero vasco aseguró que no sólo no había derribado a Futre, sino que éste le había pis...

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El cielo anunció anoche de forma espectacular que también está contra Josep Lluís Núñez. No sólo lanzó agua por un tubo, sino que forzó la suspensión del encuentro, lo que puede provocar una nueva derrota barcelonista ya que el conjunto de Luis Aragonés siguió mostrándose desconcertado, falto de fuerza física y sin ideas. El Atlético, que controló el encuentro mientras el campo estuvo practicable, siguió luchando con ganas pese a encajar el gol y recibió como premio otro penalti a lo Zubizarreta, aunque el portero vasco aseguró que no sólo no había derribado a Futre, sino que éste le había pisado una mano. después con el agua hasta las rodillas y sin reconocer los límites del terreno, aquello se convirtió en una patada a seguir sin sentido, hasta que Ramos Marco decidió suspender el encuentro a falta de 20 minutos y un segundo.Todo parece indicar que si Núñez pusiera un circo le crecerían los enanos. Anoche no sólo llovió, se lesionó Víctor, empató el Atletico de penali, acudieron sólo 15.000 aficionados al estadio y se suspendió el encuentro, sino que incluso tuvo que soportar a los Boixos nois en la tribuna principal. La situación sigue siendo delicada. El equipo sigue sin ganar -faltan 20 minutos y hasta puede perder- y continúa ofreciendo una pobrísima impresión. Pese a que Gil y Gil se pasó dos días animando a Núñez, lo cierto es el presidente- barcelonista salió anoche del Camp Nou tan triste como siempre.

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Parece claro que Luis no tiene la culpa de lo que ocurre. Es más, hay que reconocer que es valiente. Y que intenta poner remedio al tema. Por un lado, reconstruyendo la preparación física del equipo. Uniéndose a Schuster. Probando cosas nuevas, como son las alineaciones de Clos o Amarilla, que ayer sustituyó a un lesionado Víctor, cuando lo que hubiese hecho Venables con toda seguridad hubiera sido colocar a Calderé.

Pero los chicos están mareados de tanto lío y sin fuerzas para remontar el vuelo. Saben que la Liga está más que perdida y la UEFA les parece, de momento, poca cosa. Y como la Copa del Rey todavía no ha empezado y al Real Madrid no lo ven hasta el 3 de enero, intentan superar el bache de la mejor forma que pueden, no que saben.

El Barcelona anoche no creó ni una sola ocasión de gol, a excepción de la que provocó el tanto de Roberto. Abel, sin lluvia o con ella, no tuvo que intervenir ni una sola vez. Por contra, Zubizarreta se jugó la vida a los cuatro minutos a los pies de Salinas Gerardo fue por los suelos ante López Ufarte a los nueve y el meta barcelonista despejó con apuros, a los 43, un remate de Marcos. Cómo no hubo segunda parte, no sufrieron más.

Los jugadores barcelonistas están tan mal físicamente que el rival juega muy cómodo, máxime si es un rival con muchos tocadores. Marcos, Parra, Landáburu Futre y López-Ufarte -parece un lujo tener a Alemao atrás- ocuparon estratégica y escalonadamente el centro del campo, lo que hizo que el Barcelona sólo pudiera jugar con balones en profundidad para un desangelado Lineker y un inexistente Carrasco. De nada sirvió que Schuster se partiera la cara en defensa y buscara las espaldas de los marcadores rojiblancos lanzando balones largos. Este Barça está en período de reconstrucción. Perdido hace años el espectáculo, olvidado el estilo británico, el equipo persigue algo que de momento, sólo está en la cabeza de Luis.

Suerte tuvo anoche el Barça de que a este Atlético le pierde el más difícil todavía, las filigranas. Quedan 20 minutos y un segundo. Tiempo de sobra para que crezcan los enanos.

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