Beenhakker duda entre la velocidad de Llorente o el remate de Santillana para sustituir a Hugo

Leo Beenhakker ocultó ayer la alineación del Madrid ante el Nápoles (Santiago Bernabéu, 21.45). El técnico holandés, sin embargo, parece decidido a no precipitar en este decisivo choque la inclusión de Jankovic como titular y a fijar el marcaje de Chendo sobre Maradona, el de Sanchis sobre Careca y el de Solana ante Giordano. Jankovic reapareció en el segundo tiempo del partido de Zaragoza, tras la operación de menisco que sufrió el 13 de agosto; pero la mayor duda se centra en quién sustituirá a Hugo Sánchez. La velocidad de Llorente o el remate de Santillana es la cuestión a resolver.
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Leo Beenhakker ocultó ayer la alineación del Madrid ante el Nápoles (Santiago Bernabéu, 21.45). El técnico holandés, sin embargo, parece decidido a no precipitar en este decisivo choque la inclusión de Jankovic como titular y a fijar el marcaje de Chendo sobre Maradona, el de Sanchis sobre Careca y el de Solana ante Giordano. Jankovic reapareció en el segundo tiempo del partido de Zaragoza, tras la operación de menisco que sufrió el 13 de agosto; pero la mayor duda se centra en quién sustituirá a Hugo Sánchez. La velocidad de Llorente o el remate de Santillana es la cuestión a resolver.

Cuando se le preguntó por todas estas incógnitas, Beenhakker respondió siempre de forma monocorde: "Mañana (por hoy) habrá equipo". El entrenador holandés se reunió en la tarde de ayer con sus jugadores y todos juntos presenciaron un vídeo del Nápoles, equipo del que se tienen los suficientes informes como para no dejar nada al azar: el propio Beenhakker ha espiado en directo una vez al conjunto de Maradona, el jugador argentino Jorge Valdano -que sigue recuperándose de su hepatitis- lo ha hecho en otra ocasión y Luis Molowny, naturalmente, dos veces.El Madrid debe superar dos escollos. El primero, que los propios jugadores consideran absolutamente vital, el de la dificultad que va a suponer saltar a un Bernabéu vacío y sin la tensión que se necesita en un choque de estas características, y, por añadidura, mantener la mente en ese estado de tensión durante los 90 minutos. Uno de los factores clave en las últimas goleadas europeas del Madrid radica en la agresividad futbolística con la que todos los jugadores saltan al campo, comiéndole el terreno rápidamente a su rival, apoyados por la magia del Bernabéu y en 100.000 gargaritas. El segundo problema tiene un nombre, Hugo, y un apellido, Sánchez.

El mexicano, en efecto, es la gran baja madridista para el choque de hoy, al estar sancionado por la UEFA con un partico de suspensión, como consecuencia también del encuentro con el Bayern Múnich, que taltos disgustos ha ocasionado. La frialdad profesional de Hugo sobre el césped, su capacidad goleadora y el buen entendimiento que ha mostrado en los primeros partidos de la temporada con el extraordinario Butragueño de estos inicios del campeonato se va a echar de menos.

Para suplir a Hugo, Beenhakker no quiso descubrir si será más conveniente utilizar de salida la velocidad de Llorente, o bien el remate de Santillana y el profundo respeto que por el veterano ariete se siente aún en Italia. Sobre todo, los defensas italianos. Sí hay algo seguro, que Jankovic, recuperado de su lesión de menisco, no va a ser titular, aunque es probable que salga en el segundo tiempo. Gallego y Tendillo seguirán, pues, en el equipo titular. Uno de los dos tendrá que salir cuando Beenhakker decida incluir ya al yugoslavo.

El Madrid alineará, pues, a Buyo; Chendo, Sanchis, Tendillo, Solana; Michel, Gallego, Martín Vázquez, Gordillo; Butragueño y Llorente o Santillana. Y frente a este equipo que ha causado también impresión en los periodistas italianos que le han seguido en estos primeros partidos de Liga, estará el doble campeón del fútbol italiano, el Nápoles de Maradona.

El Nápoles tiene también una baja por sanción de la UEFA, la del defensa Francini. Su alineación titular será la integrada por Garella en el marco; Bruscolotti -el sustituto de Francini-, Ferrario -el central-, Renica -el líbero-, y Ferrara -el segundo marcador-, en la línea de defensa; De Nápoli, Romano y Bagni -tiene problemas de menisco, pero no ha querido operarse aún y reapareció con éxito el pasado domingo en Cesena, marcando incluso el gol del triunfo del Nápoles-, en el centro del campo; y arriba, Giordano-un buen delantero, que estuvo implicado hace varios años que el escándalo de las apuestas clandestinas, pasó varios meses en la cárcel y dos años inactivo, y el brasileño Careca. El número 10 es Diego Maradona.

El argentino se sitúa en la media punta y aunque ayer mismo decía que se encuentra en mejor forma física que en el Mundial de México, donde fue el auténtico rey, lo cierto es que no parece estar aún en su mejor momento de velocidad. Maradona, sin embargo, es el jugador capaz de desequilibrar en una sola acción el rumbo de un partido, bien con un gol en jugada personal o en el saque de alguna falta directa por las cercanías del área, bien con un lanzamiento en profundidad para Careca o Giordano.

El número 100

El Madrid va a jugar hoy su partido número 100 en competiciones europeas, aunque la efemérides deberá cumplirla a puerta cerrada. El Bemabéu ya fue clausurado en la temporada 1976-77, también por incidentes con el Bayern Múnich.