La guerra dialéctica entre Lewis y Johnson marca el inicio de los Mundiales de atletismo

Los Campeonatos del Mundo de atletismo, que comienzan hoy en Roma, no pueden tener mejores vísperas. Lewis se ha encargado de animarlas. Ha aceptado el reto de enfrentarse a Johnson en los 100 metros y lo asume con todas las consecuencias: "Ya está bien de que Johnson siga hablando. Ahora es mi turno y hablaré en la pista. Yo voy a ser el vencedor". Johnson, por su parte, ha declarado: "No hay nadie que pueda ganarme. Y menos, Lewis". La batalla está servida. Hoy han de superar dos series de clasificación para verse mañana las caras en la final. Mejor comienzo de los Mundiales, imposible.
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Los Campeonatos del Mundo de atletismo, que comienzan hoy en Roma, no pueden tener mejores vísperas. Lewis se ha encargado de animarlas. Ha aceptado el reto de enfrentarse a Johnson en los 100 metros y lo asume con todas las consecuencias: "Ya está bien de que Johnson siga hablando. Ahora es mi turno y hablaré en la pista. Yo voy a ser el vencedor". Johnson, por su parte, ha declarado: "No hay nadie que pueda ganarme. Y menos, Lewis". La batalla está servida. Hoy han de superar dos series de clasificación para verse mañana las caras en la final. Mejor comienzo de los Mundiales, imposible.

JUAN MORA ENVIADO ESPECIALEsta segunda edición de los Mundiales, cuatro años después de los de Helsinki, no se va a acabar con el duelo del siglo por el hecho de que a Lewis le haya salido, por fin, un rival de cuidado. Bien es verdad que Lewis volverá a ser el gran protagonista tres medallas de oro en Helsinki 83 y cuatro en Los Ángeles 84- porque para el próximo sábado, cuando sea la final de longitud, ha realizado también un anuncio espectacular: "Siento que me aproximo cada día a los 8,90 metros de Beamon. Sí, aquí, en Roma, es posible que consiga el récord". Pero hay también otros atletas de primera línea cuya sola presencia les convierte en protagonistas de excepción. El martes competirá Moses en 400 metros vallas y la final adquiere un interés inusitado porque llega a ella después de las dos derrotas que pusieron fin a nueve años de imbatibilidad. Y el próximo domingo estará Auita en los 5.000 metros.Los españoles, ante tal elenco, quedan en segunda línea. Sólo cuentan, en principio, González y Abascal. El primero correrá los 1.500 metros y el segundo los 5.000.

En esta edición de los Campeonatos participan 1.800 atletas de 159 países. La jornada de hoy comprende tres finales: la maratón femenina (17.25 horas), con las españolas María Luisa Irízar y Mercedes Calleja; el peso masculino (17.30), con Andrel, y los 10.000 metros masculinos (20.501 con Panetta, Kurize, Kipkoech, Barrios, Ryffel, Tracy, Vainio y Bulti entre los destacados.

La prueba más esperada

Pero, de todas las pruebas del programa de hoy, la más esperada es la de 100 metros, aunque sólo se trate de las series de clasificación. Éstas son las que precisamente abrirán el programa, a las 9.30 horas, y son siete. En la quinta estará Johnson, con Arques, y en la sexta Lewis. Pasarán a la siguiente serie, por la tarde, los cuatro primeros de cada prueba, más los cuatro con mejor tiempo. Es impensable que Lewis o Johnson queden eliminados con una sola actuación. Lo que puedan decir a continuación ha despertado una expectación inmensa. Johnson, en los primeros Mundiales, quedó eliminado en las semifinales al ser el sexto, con 10.44 segundos, tras haber pasado las dos primeras series inadvertido -tercero, con 10.45, en la primera, y cuarto, con 10.40, en la segunda. Tenía entonces 17 años y acababa de nacionalizarse canadiense tras abandonar Jamaica. Ahora corre más rápido que Lewis -9.95 segundos por 10.05 este año- y le ha ganado las últimas cuatro veces que se han enfrentado.

Johnson está demostrando desde hace dos años que es un rival de mucho cuidado para el estadounidense. Sin embargo, éste ha aceptado el reto de enfrentarse a él en la competición más importante, los Mundiales, porque en éstos no hay boicoteos políticos. Lewis podía haber elegido en vez de los 100 metros los 200, en los que sigue siendo el número uno indiscutible. Pero, igual que no quiere conseguir el récord mundial de longitud en altura para que nadie le reste mérito algún día, tampoco desea que se le reproche que en cierta competición, la más importante, no quisiera dar la cara.

Lewis, desde luego, no es el de años pasados, cuando postergó el atletismo por el espectáculo. Se ha preparado en serio, aunque de manera diferente que su rival. Mientras Johnson competía en Europa y lograba registros sensacionales -9.95, 9.97, 9.98, 10.00 y 10.02, las cinco mejores mareas del año-, Lewis, tras la derrota de Sevilla, se recluía en Estados Unidos. Allí ha estado mejorando su salida y su final, su imponente final, que permita ver cómo un hombre era capaz de cambiar de ritmo en una carrera, tan corta como los 100 metros, en la que parece que hay que ir a muerte desde la salida.

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