La división interna provoca la suspensión del congreso de la minería de UGT

El XIV Congreso de la Federación Estatal Minera de UGT fue aplazado el viernes en Madrid por Antón Saracibar, secretario de organización de la ejecutiva confederal, en medio de un gran escándalo y en un clima de enfrentamiento total en tre el Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA) y el resto de las delegaciones. El congreso, que iba a celebrarse el viernes y el sábado en un hotel de Barajas bajo el lema Por el asentamiento y consolidación del sindicato, no llegó a constituirse.

A primera hora de la mañana del viernes la mesa de acreditaciones rechazó a los 19 delegados que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El XIV Congreso de la Federación Estatal Minera de UGT fue aplazado el viernes en Madrid por Antón Saracibar, secretario de organización de la ejecutiva confederal, en medio de un gran escándalo y en un clima de enfrentamiento total en tre el Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA) y el resto de las delegaciones. El congreso, que iba a celebrarse el viernes y el sábado en un hotel de Barajas bajo el lema Por el asentamiento y consolidación del sindicato, no llegó a constituirse.

A primera hora de la mañana del viernes la mesa de acreditaciones rechazó a los 19 delegados que correspondían al SOMA amparándose en una impugnación firmada por nueve militantes del sindicato asturiano disidentes de la dirección, entre ellos el propio secretario general federal, José Antonio Saavedra. La impugnación se basaba fundamentalmente en que el congreso extraordinario en el que se eligieron a los delegados del SOMA no fue convocado ni desarrollado conforme a los estatutos.Desde ese momento el clima fue enrareciéndose y sobre las cinco de la tarde, una vez que se confirmó que no se aceptaba a los representantes del SOMA, los delegados, unas 80 personas que habían viajado en dos autobuses desde Asturias, accedieron al lugar donde iba a celebrarse el plenario del congreso, cruzándose numerosos insultos entre unos y otros.

Antón Saracibar logró intervenir a duras penas y con constantes interrupciones para suspender el congreso en nombre de la comisión ejecutiva confederal. Los partidarios del SOMA aceptaron esta solución pero representantes de otras delegaciones protestaron ruidosa y acaloradamente la decisión y en algunos casos pidieron la separación de la UGT para constituir una federación minera al margen d este sindicato y del SOMA.

Durante la noche del viernes la ejecutiva y los portavoces de las delegaciones, excluida la de Asturias, sostuvieron una larga reunión con Antón Saracíbar y Paulino Barrabés, ambos de la confederal, que sirvió para confirmar la tesis de suspender el congreso.

Ayer sábado la ejecutiva federal minera decidió, reunida con el resto de las delegaciones menos la de Asturias, aplaza durante un año o año y medio la celebración del congreso, mandar a la comisión de conflictos confederal a la delegación del SOMA y celebrar un comité federal que permita la renovación de la ejecutiva.

El clima de enfrentamiento frontal entre el SOMA y la federación minera de UGT es viejo, pero se ha reavivado ante este congreso. Para el SOMA sus 19 delegados suponían el 61,09% de los mandatos del congreso, con lo que disponía de la mayoría en el mismo. "Desde el mismo momento en que el servicio confederal administrativo confirmó que el SOMA contaba con 9.852 afiliados cotizantes sobre los 16.126 de la federación, Saavedra intentó que no accediésemos al congreso" según Laudelino Campelo, uno de los dirigentes del SOMA.

Acusación de irregularidades

José Antonio Saavedra sostiene, por su parte, que la actitud de impedir la constitución del congreso de los afiliados del SOMA "fue un asalto vandálico" y que "muchos de ellos actuaron bajo los efectos del alcohol". Ratificó que el proceso de elección de los delegados fue irregular y contrario a los estatutos y acusó a "José Luis Corcuera de preparar en Ferraz, 70 (sede del PSOE) esta operación que pretende lograr un sindicalismo cada vez más domesticado".En el conflicto participaron también dos diputados del PSOE, uno por Asturias, José Manuel González, y otro por León, Conrado Alonso Buitrón, alineados con las tesis del SOMA.

Las diferencias entre José Antonio Saavedra, militante del SOMA y secretario general de la federación desde que esta se constituyó en 1976, y José Ángel Fernández Villa, secretario general del SOMA, miembro de la ejecutiva federal del PSOE y diputado regional en Asturias, son enormes y se han ido agrandando con los años. Mientras Saavedra mantiene una actitud más radicafizada y con él la mayor parte de las provincias que pertenecen a la federacion minera, Villa está mucho más próximo a las posiciones del partido.

Archivado En