EL TOUR

Gran contra reloj de Delgado, que cedió poco tiempo

Stephen Roche fue el mejor contrarrelojista y el vencedor de una etapa que resultó durísima. Charles Mottet es ahora el hombre a batir, el nuevo líder fiable de la prueba. Y Pedro Delgado, que hizo una gran prueba, un corredor excesivamente bien colocado ahora como para que no se le tenga en consideración. Cerca de dos hora de carrera en solitario, 87,5 kilómetros de contra reloj, han bastado para decir las prineras verdades de este Tour. Una, que Kelly queda descartado para ir de amarillo a París; otra, que Lucho Herrera puede no ser el líder colombiano, en beneficio de su compatriota Parra...

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Stephen Roche fue el mejor contrarrelojista y el vencedor de una etapa que resultó durísima. Charles Mottet es ahora el hombre a batir, el nuevo líder fiable de la prueba. Y Pedro Delgado, que hizo una gran prueba, un corredor excesivamente bien colocado ahora como para que no se le tenga en consideración. Cerca de dos hora de carrera en solitario, 87,5 kilómetros de contra reloj, han bastado para decir las prineras verdades de este Tour. Una, que Kelly queda descartado para ir de amarillo a París; otra, que Lucho Herrera puede no ser el líder colombiano, en beneficio de su compatriota Parra

Ahora sólo faltan las primeras cimas de los Pirineos para saber entre quienes está la disputa del podio. Para los corredores españoles la carrera fue decepcionante en general porque ninguno de los cuatro supuestos especialitas estuvo en condiciones de disputar el triunfo, ni, por tanto, bajaron de las dos horas. Sin embargo, la contrapartida la puso Pedro Delgado, con una actuación extraordinaria muy por encima de cualquier previsión. Delgado no sólo fue el mejor español sino que se situó entre los diez mejores de la etapa, con una pérdida de 2.29 minutos sobre Roche.La resultante de la actuación de Delgado tiene un par de notas preocupantes, pero muchas más inesperadamente buenas. Delgado superó a Fignon (1.46), de nuevo a Kelly (2.32), a Hampsten (3.51), al Criqueliondel que tanto espera la Prensa francesa (3.53) y dejó muy tras de sí a Parra (4.05) y, sobre todo a Herrera (6.32). Delgado, en la general, tiene una referencia de 3.18 minutos sobre Roche, que parece muy asequible en la montaña, pero una más preocupante sobre Charles Mottet, de 6.41, que sí puede ser dificil de superar. Mottet es ahora el nuevo líder del Tour, y un líder fiable, con un palmarés a sus espaldas (Tour del Porvenir, Gran Premio de las Naciones, Dauphine Liberé), con buen equipo (Systeme U), toda una afición detrás y una buena capacidad como ciclista, salvo el hecho de que, como a Delgado, se le atribuyen en su historial días malos, que le han hundido en pruebas importantes, entre ellas del Tour. Mottet está donde está gracias a cuatro minutos de regalo en una escapada primeriza, que cogió al pelotón en pleno reparto de funciones.

Para Pedro Delgado la situación actual es la más bonancible de cuantas ha disfrutado en un Tour, salvo quizá ese primer año (1983) en el que, en segunda posición, olió el liderazgo en los Alpes. Pero la diferencia estriba en que todo el beneficio que ha obtenido hasta el momento lo ha hecho sobre el llano. Ahora tiene a gente por detrás que hace un año le sacaba varios minutos por delante. Son distancias para ver los Pirineos y los Alpes con más calma. Delgado, además, parece contar con un PDM en buenas condiciones que ha colocado a Muller entre los diez primeros de la general.

Safisfacción

Delgado llegó a la meta tras el italiano Saronni, a unos segundos, lo que hacía presumir un gran tiempo porque Saronni había salido dos minutos antes que el español. Delgado pidió en seguida referencia antes de soltar una palabra y, cuando supo no sólo su tiempo sino el de algunos más, mostró su satisfacción: "Creí que no llegaba, pero he estado bien. Ya decía yo que no podía ser tan malo en las contra reloj. Me he preparado psicológicamente y he salido fuerte. Luego me han dado referencias de que iba muy bien, de que era el mejor hasta ese momento y eso me ha animado bastante". Delgado tuvo un mal momento a falta de 20 kilómetros para la meta, porque se cebó consigo mismo para intentar rebasar a Saronni, que se puso a su vista. Lo consiguió, pero notó el esfuerzo: "Pero luego me recuperé y volví a coger el golpe de pedal. Al final me adelantó Saronni pero en el sprint de los últimos metros".Delgado no mereció ni una sola entrevista de la Prensa francesa., que apenas le han mencionado en una sola ocasión a lo largo de las 10 etapas transcunidas ya de la prueba. Toda la parafernalia de cámaras y micróforios se dirigió a Roche, luego a Bernard, otra promesa francesa y finalmente a Mottet, el nuevo líder y francés para más señas.

Roche fue muy cauto en sus declaraciones: "he de esperar aún a las primeras etapas de los Pirineos para saber si estoy en condiciones de ganar este año el Tour y el Giro. Todavía no puedo decir nada, he de esperar unos días para saber si puedo estar entre los primeros". Todas las preguntas que se lanzaban a Mottet iban dirigidas en el mismo sentido, si se creía ya el líder del Tour. "Ésta ha sido mi máxima ilusión desde chiquillo", contestó, "y ahora lo voy a intentar, porque cuento con un equipo que me va a respaldar, aunque no vamos a olvidar el trabajo que en un momento dado puede hacer Fignon". Mottet fue, por tanto, respetuoso, aunque ya los periodistas galos habían decidido, días antes, dejar en el ostracismo al presunto líder del Systeme U.

Hoy se disputa la undécima etapa, entre Poitiers y Chaumeil, de 255 kilómetros de recorrido, una etapa larga, que empezará a las nueve de la mañana para terminar sobre las cuatro y media, salpicada de pequeñas dificultades, como cuatro puertos de cuarta categoría y un puerto de tercera, justamente en la llegada a la meta, lo que hace presumir que quizá algún español ya descartado intente cubrir el expediente con una escapada final.

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