BALONCESTO / GRECIA 87

La presión del ambiente llevó a Grecia hasta la final

Grecia dio la gran sorpresa del Campeonato de Europa y se clasificó para la final, que disputará mañana ante la Unión Soviética, en medio de un ambiente excepcional. El equipo griego afrontó su circunstancia más difícil, la de superar a una selección yugoslava que llegó a remontar un tanteo adverso y Ponerse por delante con más de diez puntos de ventaja. Pero Grecia tenía a su lado un público maravilloso que levantó al conjunto. La ministra de Cultura, Melina Mercuri, ocupaba un lugar preferente en el palco, pero no había olvidado que era una ciudadana más en apoyo de su equipo. Así, se llevó ...

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Grecia dio la gran sorpresa del Campeonato de Europa y se clasificó para la final, que disputará mañana ante la Unión Soviética, en medio de un ambiente excepcional. El equipo griego afrontó su circunstancia más difícil, la de superar a una selección yugoslava que llegó a remontar un tanteo adverso y Ponerse por delante con más de diez puntos de ventaja. Pero Grecia tenía a su lado un público maravilloso que levantó al conjunto. La ministra de Cultura, Melina Mercuri, ocupaba un lugar preferente en el palco, pero no había olvidado que era una ciudadana más en apoyo de su equipo. Así, se llevó una bandera griega y se levantó para gritar y animar como una aficionada más. Ese factor ambiental contribuyó positivamente a que Grecia nunca perdiera la fe de que podía llegar a la final y, cómo no, también pesó sobre algunas decisiones arbitrales que llegaron a romper el ritmo de los yugoslavos.Yugoslavia había hecho lo más difícil, superar una salida adversa en el marcador, 17-28 a los 13 minutos. Pero Yugoslavia, gracias a la gran movilidad de su joven pivot Divac y al juego individualista de Drazen Petrovic, elaboró una reacción espectacular, estableciendo un parcial de 23-0 en el marcador que pareció dejar sentenciado el partido: 40-28, en el minuto 18. Yugoslavia logró conservar una ventaja de diez puntos hasta la reanudación, pero, inexplicablemente, dejó que el encorajinamiento de los jugadores griegos se impusiera sobre la frialdad de algunas de sus acciones.

Grecia acortó distancias y, con un público entregado, aprovechó todas las oportunidades que tuvo para ponerse por delante, incluidas algunas decisiones arbitrales. A los minutos finales, se llegó con un marcador muy estrecho, pero Grecia, aparte del ambiente, tuvo la fortuna de su lado en varias acciones ofensivas. La tranquilidad de Gallis y Yiannakis para controlar la pelota fuera de la zona ante la tímida presión de los yugoslavos resultó suficiente para que la victoria no se les fuera.

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