Gomelski: "Tengo el mejor equipo y voy a ganar"

L. G. El viejo Gomelski ha dejado bien claro que sospecha muy mucho del partido que España le planteó hace una semana y perdió por 88-104. "Díaz Miguel es muy listo, pero yo sé que España no hizo un partido en serio", manifestó ayer. Aun así, Gomelski no duda de estar en la final a pesar de que su equipo haya tenido más problemas de los habituales en un europeo a estas alturas. Pero entre Díaz Miguel y Gomelski existe una vieja amistad, se respetan, se quieren y se piropean sin rubor: "Díaz Miguel es el mejor entrenador del mundo", dice el soviético, "pero yo tengo el mejor equipo y voy a gan...

L. G. El viejo Gomelski ha dejado bien claro que sospecha muy mucho del partido que España le planteó hace una semana y perdió por 88-104. "Díaz Miguel es muy listo, pero yo sé que España no hizo un partido en serio", manifestó ayer. Aun así, Gomelski no duda de estar en la final a pesar de que su equipo haya tenido más problemas de los habituales en un europeo a estas alturas. Pero entre Díaz Miguel y Gomelski existe una vieja amistad, se respetan, se quieren y se piropean sin rubor: "Díaz Miguel es el mejor entrenador del mundo", dice el soviético, "pero yo tengo el mejor equipo y voy a ganar".

La URSS no ha demostrado en este europeo una evidente superioridad. Su juego ha sido discreto y ha llamado poco la atención. A lo largo de los seis encuentros disputados se ha encontrado con más problemas de los previstos. Venció a Yugoslavia con apuros al final (100-93), en un encuentro que los balcánicos se plantearon poco en serio; Francia le costó más trabajo de lo que indica el resultado (107-78), Rumanía fue la excepción (121-74), Grecia le puso en un gran aprieto (69-66) y con España estuvo mucho tiempo detrás (88-104). Luego, ante Checoslovaquia, completó su sexta victoria (110-91) pero sin un dominio abrumador. Los soviéticos han rematado determinados partidos en los dos últimos minutos.

La URSS en este europeo sufre las ausencias de Sabonis (2,16) y el veterano Belosteni (2,14), de tal manera que sus jugadores más brillantes, ahora mismo, son los de la primera línea, más que los pívots. Ya se ha destacado en otros momentos la revelación que ha supuesto la actuación del base Marteulenis, segundo máximo anotador del equipo, con 83 tantos, hombre decisivo a la hora de solucionar las situaciones más difíciles. Su compañero Valters es el máximo anotador del equipo con 98 tantos y también el hombre más acertado desde la línea de 6,25, con ocho triples.

Pero la URSS no aporta nada nuevo; Volkov y Tijonenko, tenidos como de gran proyección, no han progresado. Así, su antiguo poder intimidador bajo la canasta ha quedado muy mermado, ya que las aportaciones de Tkachenko y Panjrasjin resultan de sobra conocidas.

Porcentajes

La URSS sigue contando, eso sí, con un número alto de jugadores muy parejos, de tal forma que Gomelsky puede mantener en juego a 11 jugadores con sustituciones muy rápidas. Los soviéticos también han intentado una tímida mejora defensiva con alguna presión sobre el jugador que lleva la pelota, pero que no ha pasado de ahí. Su capacidad ofensiva es menos precisa que en torneos anteriores, y para ello bastan los datos: 38% en triples (es el equipo que más lanzamientos ha realizado con 127 tiros), 51 % en tiros de dos puntos (España tiene un 62% e Italia un 57% antes del choque ante Grecia), y, lo que resulta más novedoso, un discretísimo 67% en tiros libres.