LAS FINALES EUROPEAS DE FÚTBOL, SIN ESPAÑOLES

El Ajax volvió a ganar con claridad al Zaragoza

La fiesta holandesa se consumó con una goleada incontestable. El ambiente previo al encuentro era de euforia contenida. El final, de euforia desbordada. El Ajax, bajo la dirección de su ex jugador y también ex barcelonista Johan Cruyff, demostró anoche que también sabe jugar sobre un terreno seco. Si en La Romareda se movió como pez en el agua que anegaba el césped, en el estadio Olímpico de su ciudad se desenvolvió con plena autoridad. Así, ya es de nuevo finalista europeo. El que fuera un grande de Europa en el decenio de los setenta, cuando se proclamó campeón del primero de los torneos con...

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La fiesta holandesa se consumó con una goleada incontestable. El ambiente previo al encuentro era de euforia contenida. El final, de euforia desbordada. El Ajax, bajo la dirección de su ex jugador y también ex barcelonista Johan Cruyff, demostró anoche que también sabe jugar sobre un terreno seco. Si en La Romareda se movió como pez en el agua que anegaba el césped, en el estadio Olímpico de su ciudad se desenvolvió con plena autoridad. Así, ya es de nuevo finalista europeo. El que fuera un grande de Europa en el decenio de los setenta, cuando se proclamó campeón del primero de los torneos continentales hasta en tres ocasiones, vuelve por sus fueros en la Recopa.En contra de lo esperado, ninguno de los dos equipos se atrevió a jugar de entrada abiertamente al ataque. El Ajax, por no echar demasiado pronto las campanas al vuelo. El Zaragoza, quizá con la esperanza de que el rival se descuidara para montar los contraataques presuntamente salvadores de una eliminatoria que, en realidad, era insalvable. Al fin y al cabo, la derrota por 2-3 en su propio campo pesaba como una losa sobre los jugadores de Luis Costa.

Pero el Ajax dio pronto la puntilla al equipo español al conseguir en el minuto 16 el tanto de la tranquilidad. Incluso pudo adelantarse antes en el marcador si el árbitro hubiera señalado penalti en una caída de Van Basten en el área. Tanto él como Van't Schip mostraron rápidamente que iban a marear a sus marcadores. El Zaragoza, en cambio, apenas tiró a puerta. Los goles tenían que llegar y solamente del lado local. La superioridad holandesa fue ya abrumadora hasta el final.

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