Crítica:

Parodia bélica de segunda fila

Cuando unos comediantes tienen una buena idea en sus mentes, o varias buenas ideas, basta con un par de decorados para situar la acción y la resolución artística de esa idea o de esas ideas.La máquina funcionará perfectamente. No es el caso de Los violentos de Kelly, una parodia de la Il Guerra Mundial que dirigió Bryan G. Hutton en 1970 y que está interpretada en sus principales papeles por,-entre otros, Clint Eastwood, Telly Savalas y un todavía secundario e impertinente Donald Sutherland.

Y ello porque el competente equipo técnico que dirigió la película no sólo dio tan...

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Cuando unos comediantes tienen una buena idea en sus mentes, o varias buenas ideas, basta con un par de decorados para situar la acción y la resolución artística de esa idea o de esas ideas.La máquina funcionará perfectamente. No es el caso de Los violentos de Kelly, una parodia de la Il Guerra Mundial que dirigió Bryan G. Hutton en 1970 y que está interpretada en sus principales papeles por,-entre otros, Clint Eastwood, Telly Savalas y un todavía secundario e impertinente Donald Sutherland.

Y ello porque el competente equipo técnico que dirigió la película no sólo dio tanta importancia como a la parodia, sino más, a la verosimilitud de todo cuanto se nos cuenta, empezando por un rodaje en suelo yugoslavo y terminando por unos efectos especiales de bombas y batallas dignos de una superproducción de lujo de los mejores tiempos.

Hutton había realizado unos años antes, también con Clint Eastwood y acompañado de Richard Burton, el largometraje El desafío de las águilas, un auténtico hit taquillero de la Metro, y parece ser que ante este cachondeo de un grupo de soldados americanos empecinados en el robo de una partida de oro -los soldados son reclutados por un oficial degradado- que acabarán convirtiéndose, involuntariamente, en héroes de la contienda, quiso el realizador ser tan equilibrado como en aquella película, sin darse cuenta de que no necesitaba la comedia de ningún acento verista y ni siquiera espectacular.La gracia de los actores

El éxito del producto recae básicamente, más que en una galería algo escasa de gags y efectos de humor, en la gracia de sus actores. Un árido Eastwood por momentos parodiándose a sí mismo y sobre todo a sus esfinges de los westerns italianos. Un Savalas tan cínico como siempre. Un Sutherland pasota avant la lettre.

Y también tiene una fotografia magnífica, de un grande de los grandes, que no hacía falta en un pequeño producto de los pequeños: Gabriel Figueroa, fino visualizador de mundos tan propios como los de los cineastas Huston, Buñuel o Ford.

Por lo demás, no pasa Los violentos de Kelly de un tebeo de los que se ven con agrado y se tiran sin remordimiento a la basura. No es de los que se coleccionan.Los violentos de Kelly se emite hoy por TVE-1 a las 21.55.

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